Javier Arenas, líder del PP andaluz, no se cree en absoluto la buena disposición y el clima de "colaboración" que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, aseguró que marcarán sus relaciones con el futuro Gobierno de Mariano Rajoy. Un día después de que Griñán censurara que el próximo presidente del PP "discrimina" a Andalucía porque, de momento, sólo se ha reunido con los barones de su partido, Arenas, también vicesecretario de Política Autonómica del PP, le garantizó que Rajoy "le va a recibir". Eso sí, criticó que Griñán reclame una cita inmediata en La Moncloa -el PSOE-A exige que el presidente andaluz sea el primero en viajar a Madrid- cuando "todavía no ha recibido a los alcaldes andaluces, que llevan esperando desde las elecciones de mayo".
Rajoy todavía no ha tomado posesión como presidente del Gobierno y ya han aflorado los primeros roces con Andalucía, la comunidad socialista más fuerte. La Junta y el PSOE-A están agitando el debate del agravio. El portavoz parlamentario socialista, Mario Jiménez, lamentó ayer que Rajoy haya comenzado "muy temprano con los desprecios, la desconsideración y a darle la espalda a Andalucía y a sus problemas". La cercanía de las autonómicas tensa la cuerda de cualquier relación entre administraciones de distinto color político, pese a que, para guardar las formas, la primera reacción del presidente andaluz fue garantizar que aparcaría la confrontación. Arenas, en un acto por el Día Internacional de Personas con Discapacidad, dijo que Rajoy se va a reunir con "todas las comunidades, incluida Andalucía", pero recriminó a Griñán que lleve "diez días pidiendo cosas" al máximo dirigente del PP, que "ni siquiera" es aún presidente del Gobierno, cuando, por el contrario, ha estado "ocho años de acólito de Zapatero".
En el pasado pleno del Parlamento, los socialistas aprobaron la primera de una batería de demandas al Ejecutivo, solicitando 800 millones para planes extraordinarios de lucha contra el desempleo. Días después, en el transcurso de un acto interno del PSOE andaluz, Griñán desplegó un decálogo de reivindicaciones que incluye la demanda a Rajoy de que salde la deuda en inversión pública con Andalucía y destine fondos adicionales para las empresas o el sector de la construcción. Además la Junta exige que no se retiren las becas educativas y que no se permitan recortes en sanidad. Este último punto lo llevarán los socialistas al próximo pleno de la Cámara.
Mario Jiménez insistió en que Griñán debe ser el primer presidente autonómico en reunirse con Rajoy porque "Andalucía es la comunidad más importante, más grande y con más población de España". Volvió a tildar de "sectaria" la cita en Génova con los barones populares. Arenas justificó que ese día "se celebró una reunión de dirigentes del PP, e ironizó: "Hasta donde yo sé, Griñán no es dirigente del PP". Y pidió "humildemente" al presidente de la Junta que "reciba de una vez a los alcaldes, a los que nincluso se ha permitido expulsarlos del Parlamento andaluz", en alusión al veto socialista a que los regidores sean diputados tras las próximas autonómicas. El regidor de Córdoba, José Antonio Nieto, también reclamó ayer al jefe del Ejecutivo andaluz que cite a los alcaldes de las capitales.