El PP elevó ayer su ofensiva contra el Gobierno y Javier Arenas comparó a España con una dictadura. Mientras el ministro de Fomento, José Blanco, pidió a Mariano Rajoy que "se relaje" y no desvíe la atención "acusando sin pruebas".
El vicesecretario nacional para Asuntos Territoriales del PP, Javier Arenas, responsabilizó ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, del "irrespirable" clima político que vive España y le instó a que pare la estrategia de "perseguir" a la oposición. En su opinión, "solamente en las dictaduras, en los regímenes no democráticos se persigue a la posición con policías y fiscales", aunque calificó de "insólito" que el Gobierno actúe "como portavoz" del fiscal general del Estado, en referencia a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega.
En declaraciones a Efe, el también líder andaluz del PP avaló en estos términos el análisis ofrecido por Mariano Rajoy a propósito del supuesto espionaje a dirigentes de su partido y apuntó como responsable del "irrespirable" clima político que vive el país al presidente del Gobierno. "En los últimos tiempos se ha creado un clima político irrespirable que nada tiene que ver con el espíritu de la transición política y que nunca, nunca se había producido ni en los gobiernos de Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González o Aznar", advirtió.
Arenas exigió a Zapatero que medite sobre lo que está pasando y "pare la estrategia que está utilizando para ocultar la crisis económica y el incremento espectacular del paro en España".
Mientras tanto, el ministro de Fomento, José Blanco, recomendó a Mariano Rajoy que "no trate de desviar sus problemas acusando sin pruebas a los demás", en referencia a las acusaciones lanzadas por los populares sobre escuchas ilegales a miembros del PP, y le exigió que "no ponga en cuestionamiento el Estado de Derecho" cuando se trata de investigar actuaciones que afecten a su partido. En declaraciones a los medios de comunicación, Blanco acusó a Rajoy de "aplicar" el Estado de Derecho "según le conviene" y le deseó que disfrutase de sus vacaciones, a la vez que le pidió que "se relaje", también en referencia a las acusaciones lanzadas contra las últimas detenciones en Palma de Mallorca de cargos del PP y el trato recibido en los traslados de los detenidos en el caso Palma Arena.
Su compañera de partido, la secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, fue más allá y acusó al PP de intentar "amedrentar a policías, jueces, fiscales y periodistas, contribuyendo a generar un clima de desconfianza hacia el aparato del Estado".
En declaraciones a Onda Cero, Valenciano exigió al PP, en nombre de la Ejecutiva Federal socialista, que recupere la "cordura institucional" y subrayó que, con sus acusaciones de espionaje político, los populares insisten en "desviar la atención de la ciudadanía sobre los casos de corrupción que les afectan".
La dirigente socialista afirmó asimismo que el partido que lidera Rajoy "se mueve en el clima de la crispación como pez en el agua, perjudicando a la imagen de este país", y agregó que "la canción del verano del PP es que no hay mejor defensa que un buen ataque, contra todo y contra todos", y "no es razonable
Mientras, el Sindicato Unificado de la Policía (SUP), mayoritario en el sector, cree que el delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías, debe dimitir o ser cesado porque dio una "orden ilegal" al pedir que los detenidos por el "caso Palma Arena" no fueran esposados en su traslado a los Juzgados.
Así lo hace constar el SUP en el informe -al que tuvo acceso Efe- que ha realizado sobre los hechos y que remitió ayer al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras la polémica surgida a raíz de que los cinco detenidos fueran conducidos a los Juzgados esposados.
Circunstancia que Socías negó ayer. Éste manifestó que no dio "ninguna instrucción ilegal" al indicar que los detenidos no debían ir esposados en su traslado, sino que atendió a la "ausencia de peligrosidad y escaso riesgo de fuga" de los arrestados. En un comunicado, explica la orden que dio de no esposar a los cinco arrestados, entre ellos dos ex altos cargos del Partido Popular, cuando fueran conducidos desde la comisaría a los Juzgados y señala que tuvo en cuenta tanto "la notoriedad" del caso.
