Los socialistas no tardaron ayer en salir en tromba contra las declaraciones de la consejera madrileña de Educación (PP), Lucía Figar, quien aseguró que los ordenadores que la Junta facilita a los alumnos se pueden comprar por 50 euros en un mercadillo de Málaga. El consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, le exigió "respeto" a los andaluces y presumió de que su departamento cumple "cabalmente" con sus compromisos en educación. El líder del PP-A, Javier Arenas, sin embargo, eludió censurar a su compañera de filas y anunció que su partido actuará "en consecuencia" si tiene "denuncias fundamentadas" sobre la venta fraudulenta de los portátiles.
Arenas no quiso entrar en esta polémica, pero sí aprovechó para criticar a la Junta. Consideró que lo "gravísimo" es que en Andalucía exista un 38% de fracaso escolar y que en la comunidad se invierta "la mitad por alumno" que en el País Vasco. "Lo realmente grave es que se haya perdido la autoridad en los colegios y lo gravísimo es que tenemos una calidad en nuestra educación que es de las más bajas de la Unión Europea. Ahí es donde hay que centrarse, donde están las cuestiones fundamentales para que niños y jóvenes tengan oportunidades en el futuro", aseguró.
En los pasillos del Parlamento, el consejero afirmó: "Yo le pediría a señora consejera del Gobierno de Madrid que no le pierda el respeto a los andaluces como habitualmente hacen demasiados dirigentes del Partido Popular", y destacó que a los andaluces "nos ha costado mucho estar donde estamos". Álvarez de la Chica advirtió a Figar de que él también "sabe muchas cosas" por algún amigo sobre el funcionamiento de la educación pública en Madrid pero que se las calla "por respeto institucional".
Recordó que la Junta cuenta con medio millón de ordenadores en el sistema educativo andaluz y que todo lo que trasladan los centros educativos es de "absoluta normalidad", y añadió que ningún equipo de los que se usan en el centro educativo puede tener un uso "distinto" porque están protegidos de tal manera que no tienen valor fuera del sistema educativo y "no pueden ser usados". El consejero insistió en que ningún centro le ha trasladado a la consejería que haya podido haber algún problema de extravío de los ordenadores que pudieran acabar en un mercado, y recordó que los alumnos pueden tener los portátiles de lunes a viernes, y que en algunos casos se lo puedan llevar a casa el fin de semana.
Desde el Gobierno andaluz, el consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, atribuyó las declaraciones de Figar "al profundo desconocimiento y al desprecio que le tienen los dirigentes de la derecha de Madrid" a Andalucía. El secretario del PSOE malagueño, Miguel Ángel Heredia, pidió al PP que desautorice a la consejera madrileña por "un nuevo ataque de la derecha" a los andaluces.