El alcalde electo de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), no tomará posesión del cargo hasta dentro de 13 días, pero su enfrentamiento con la Junta de Andalucía por el diseño de las líneas 2, 3 y 4 del Metro ya está servido, ya salpica a la política de ámbito regional y ya se prevé largo. Ayer el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, apoyó el pulso planteado por Zoido y aseguró que el Gobierno andaluz está "obligado" a sentarse a negociar porque es "exigencia del sistema democrático".
El pasado miércoles, la consejera de Obras Públicas y Vivienda, Josefina Cruz Villalón, indicó que las diferencias con el PP en los proyectos de las líneas 2, 3 y 4 "no producirán retrasos en la ejecución" y que su equipo continúa trabajando con "normalidad con el objetivo de pasar a la segunda fase en este proyecto". Según el Gobierno andaluz, sería una irresponsabilidad que, después de tres años de trabajo, 17 millones de euros invertidos en la redacción de los tres proyectos y un largo periodo de alegaciones, se vuelvan a revisar las líneas.
Unas palabras que Javier Arenas interpretó: "La primera en la frente. La consejera dice que cómo se van a volver a estudiar los proyectos porque lo diga Zoido". A su juicio, es un ejemplo más de que la Junta le hace la "oposición" a los Ayuntamiento donde gobierna el PP.
"Señora consejera, si usted y Griñán van a una clase de democracia el primer día les van a decir que si hay un alcalde legítimo que representa a todos los sevillanos, con más apoyo que nunca en la historia de Sevilla, y quiere cambiar el proyecto del Metro, usted está obligada a sentarse y a dialogar sobre el proyecto del Metro", advirtió Arenas con ironía subrayando que Juan Ignacio Zoido logró la mayoría más abultada de la historia de Sevilla con 20 concejales.
"Es una exigencia del sistema democrático", apostilló Arenas, para quien la amplia mayoría del nuevo alcalde no debe ser "indiferente" para el proyecto de la red del Metro.
Lo cierto es que mientras que el PP defiende una red del Metro 100% subterránea, la diseñada por la Junta tiene un 92% del recorrido bajo tierra. Sólo el tramo por la Cartuja destaca por ser en superficie. No obstante, los populares también presentaron alegaciones en las que reclaman cambios en los recorridos que, en el caso de la línea 3, la Junta rechaza de plano. En concreto, los técnicos de la consejería ven imposible que el suburbano llegue a la Alameda y a la Plaza Nueva, como quiere el PP, en vez de circular bajo la Ronda Histórica.
El alcalde electo también reclama que las líneas se construyan enteras y de forma simultánea (la Junta aboga por hacer las obras por tramos para no colapsar la ciudad), así como que el metropolitano llegue a zonas como Palmete o el Polígono Sur.
Lo cierto es que la intención de Zoido es mantener el pulso con la Junta hasta, al menos, las próximas elecciones autonómicas, en las que espera que gane Javier Arenas, que ya se comprometió a desarrollar los proyectos de las líneas 2, 3 y 4 que quiere el Partido Popular sevillano. Eso sí, estos proyectos suponen un incremento del presupuesto de 1.500 millones de euros, por lo que el Metro del PP costaría 4.725 millones (frente a los 3.225 estimados por la Consejería de Obras Públicas).
Josefina Cruz Villalón aseguró que la Junta está buscando la financiación privada que requiere el proyecto para que las obras puedan arrancar en 2012, al menos en uno de los tramos preferentes (de Pino Montano al Prado, de la línea 3) y que este año quedarán cerrados los proyectos, a los que sólo falta el trámite medioambiental. Lo cierto es que las líneas 2, 3 y 4 del Metro cada vez se ven más lejos, por la ya conocida falta de dinero y, ahora, por la falta de consenso entre las administraciones.
El PP: la "locomotora" contra el felipismo
El efecto Zoido se ha convertido en una "rebelión", en una "locomotora" del cambio y el PP de Sevilla pasó de ser el "patito feo a la gran esperanza" popular. Tumbaron tópicos y el zoidismo barrió al felipismo. Desde la calle Génova de Madrid ya nadie podrá culpar a los sevillanos de no aportar su grano de arena para la victoria regional y nacional. Estos fueron algunos de los mensajes que los líderes del PP lanzaron ayer en la Junta Directiva del partido en Sevilla, donde el presidente del PP-A, Javier Arenas, aseguró que hasta Felipe González estaba convencido de que Sevilla era "suya".
"Estamos empezando a ganar las próximas elecciones", dijo Arenas, quien dejó claro que "sólo desde el centro llega la victoria". De hecho, destacó el trasvase de votos desde la izquierda moderada. Por eso admitió que los alcaldes del PP tienen que gobernar "para todos".
Al igual que Juan Ignacio Zoido, nuevo alcalde de Sevilla, Arenas no quiso caer en un discurso triunfalista y apeló a la serenidad y la humildad. Incluso tuvo palabras de recuerdo para los populares que trabajaron por el partido en los tiempos "difíciles" y para aquellos que defienden solos la bandera del PP en sus municipios. "A veces es más difícil pasar de cero a tres concejales que una victoria. Y sin ellos tampoco habríamos ganado", remarcó tras insistir en que Sevilla es ya el emblema del cambio político.
Para Arenas, Zoido representa "la locomotora del cambio político" tanto en España como en Andalucía porque será "mejor alcalde que candidato". Asimismo, consideró que el efecto Zoido estuvo acompañado por el "efecto José Luis Sanz", presidente del PP de Sevilla y alcalde de Tomares. En la provincia el PP logró 100.000 votos más respecto a los últimos comicios de 2007, mientras que en toda Andalucía se han cosechado 375.000 votos más. Es decir, que la provincia de Sevilla aportó el 30% del incremento de votos en toda la comunidad, según Javier Arenas. En su opinión, el PSOE siempre intentó "patrimonializar" Sevilla, pero el "fatalismo histórico de ser gobernados siempre por los mismos se ha roto en estas elecciones".
