Javier Arenas escenificó que el PP hace caso omiso a la Mesa Antitransfuguismo. Viajó hasta Chiclana (Cádiz) para arropar a su alcalde, Ernesto Marín, declarado tránsfuga. Al regidor, dijo el presidente del PP-A, también lo apoya Rajoy. Después fue al Puerto de Santa María, cuyo alcalde también fue sancionado por transfuguismo. El PSOE le afeó su "desvergüenza política".
Cuando a finales de julio la comisión de seguimiento del Pacto Antitransfuguismo -un acuerdo sellado por todos los partidos en 1998- declaró tránsfuga a estos dos alcaldes populares, el PP lejos de expulsarlos hizo oídos sordos. Criticó la "falta de credibilidad" de este foro porque "está al servicio del PSOE". E ignoró la resolución.
Pero el PP no rompió el Pacto Antitransfuguismo y no tiene previsto hacerlo, aunque discrepre. Para Arenas, también máximo responsable de la política territorial del PP, el "protagonista del transfuguismo" en Andalucía es el PSOE, "que se está riendo permanentemente de la Mesa Antitransfuguismo".
En el PSOE, la dirección federal sigue pendiente de la regional para la expulsión del alcalde de Jabugo (Huelva), José Luis Ramos, declarado tránsfuga el año pasado pero que continúa sin ser apartado de la militancia.
