Javier Arenas no tiene ni "ansiedad ni vértigo" ante el reto -alcanzable, según las encuestas- de gobernar la comunidad. "Sólo siento muchísima responsabilidad y humildad", aseguró ayer en una entrevista en la Cadena SER. El candidato del PP a la Junta llama a la cautela. Admitió que, aunque los municipios del interior, principal asignatura pendiente de su partido, "se están sumando a los vientos de cambio", el PSOE es "muy fuerte en Andalucía". "Está muy incrustado y yo lo miro con respeto", reconoció.
Sobre la posibilidad de pactar con UPyD si no logra la mayoría absoluta, Arenas se mostró convencido de que si hay cambio político, "será contundente", es decir, que el PP lograría una amplia mayoría que le permitiría gobernar en solitario. Descartó, por tanto, que vaya a haber "un poquito de cambio". El candidato popular agradeció al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a los ministros que se estén volcando con su campaña, pero dejó claro que vienen a Andalucía "para cuestiones positivas", como firmar convenios. Negó que los duros ajustes del Ejecutivo central, la subida de impuestos o la reforma laboral le vayan a pasar factura electoral. "Lo que penalizan los españoles y los parados es que no se haga nada", sentenció. Recordó que a Rajoy "no le hubiera gustado" subir los impuestos, pero que lo hizo por la "gran mentira" del Gobierno socialista.
Arenas aseguró estar dispuesto a debatir en "cualquier formato" con los candidatos, incluso a un cara a cara con José Antonio Griñán, pero explicó que le han pedido 15 debates y que no sabe si podrá atenderlos. Dijo que el paro, el desgaste de 30 años en el poder, las pugnas internas y el caso de los ERE son motivos "suficientes" para no votar al PSOE, pero aclaró que quiere ganar "por generar ilusión y no por lo mal que lo han hecho otros".
