Hay que dejarse la piel, salir a la calle, estar en contacto con la gente y trabajar duro". Estas fueron las consignas que Javier Arenas, líder de los populares andaluces, dio ayer a la dirección provincial del PP en Sevilla de cara a las municipales de 2011 ya que, a su juicio, los resultados en la provincia son "clave" para ganar las elecciones autonómicas y gobernar en Andalucía.
Arenas exigió al PP sevillano que se esfuerce desde ya para que el partido sea la "gran sorpresa" en los próximos comicios locales y supere al fin la enorme brecha con el PSOE, que en la provincia le saca cinco diputados al Partido Popular.
Durante su intervención en la Interparlamentaria del PP de Sevilla, Arenas aprovechó para decir que ve a la formación sevillana "muy bien y con muy buen ambiente", algo que no ocurre -dijo- en otros partidos, en alusión a la pugna precongresual del PSOE de Sevilla. Se mostró "esperanzado" en que se produzca el vuelco electoral, un giro que "hará posible" alcanzar la mayoría absoluta en Andalucía, de la que el PP "está sólo a ocho escaños".
Del mes de marzo a mayo explicó que ha cambiado algo muy importante: "el tó pa ná" que le decía la gente cuando durante la campaña electoral se recorría Andalucía pueblo a pueblo. "El trabajo no ha sido pa ná, porque ahora estamos a sólo ocho escaños de la mayoría absoluta y la clave de la victoria en 2012 es Sevilla", insistió.
Andalucismo "traidor". El dirigente de los populares criticó que el andalucismo que representa el presidente de la Junta, Manuel Chaves, es el de "un traidor que se sitúa más en la defensa de Maragall y Montilla que de los intereses de los andaluces".
Arenas ironizó sobre "andalucismo reformador" por el que apuesta el PSOE-A en su ponencia marco de cara al XI Congreso regional del partido, pues "de reformador nada de nada, ya que llevan 20 años sin hacer nada por Andalucía".
De esta forma, tras escuchar al jefe del Ejecutivo autonómico decir que el PSOE-A es el partido "más andalucista de Andalucía", el líder del PP-A no dudó en advertir de que el "andalucismo que defiende Chaves está más cerca de Maragall y Montilla" que de los andaluces, por lo que "estamos ante un andalucismo que es traidor".
