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Arenas se pone "en lista de espera"

El PP cierra su convención sin dudas de su victoria electoral y de que Andalucía será "el motor del cambio político" en el país.

el 09 oct 2011 / 14:48 h.

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El Partido Popular reservó ayer al presidente del partido en Andalucía, Javier Arenas, un lugar privilegiado durante la clausura de su Convención Nacional. Arenas está más que nunca en el escaparate. No sólo porque durante los últimos cuatro años ha sido la pareja política de Mariano Rajoy y su hombre fundamental para aquilatar su liderazgo en el partido, también porque Andalucía tendrá mucho que decir en la victoria del 20 de noviembre y la fortaleza de las siglas populares en esta comunidad tradicionalmente socialista es histórica. Lo dijeron los electores el 22 de mayo, cuando el PP andaluz batió todos sus récord.

Ayer Arenas sacó pecho y destacó que el partido acudió en enero a la Convención Municipal que se celebró en Sevilla "ilusionado y cargado de expectativas" y volvió a Málaga esta semana cargado de resultados. "Meses después, las expectativas se han hecho realidad y el PP gobierna en Andalucía ocho capitales, cinco diputaciones y 22 de las 25 ciudades más importantes de nuestra tierra, habiendo logrado 1,6 millones de votos, más que ningún otro partido en la historia", apostilló.La reunión que el PP celebró en Málaga -no es casual que de nuevo se escoja una capital andaluza- ha olido a poder.

En el PP se sienten ganadores y no solo en los comicios de noviembre, también en las andaluzas. Lo dijo Arenas haciendo mención a los presidentes de Castilla La Mancha y Extremadura: Ante tanto gobernante que hay hoy en el PP, bromeó con Rajoy, "tú y yo somos los primeros en lista de espera".

Quizás porque sienten que los meses de campaña no influirán en la victoria que le auguran los sondeos, el PP optó por no desvelar ninguna propuesta clave de su programa electoral y se limitó a grandes discursos, apelando a la unidad y la concordia, comparando la cita del 20-N con las primeras elecciones democráticas de 1977 y ofreciendo un proyecto centrista como el de Adolfo Suárez. Seguro de que el país vivirá los meses más trascendentales desde las primeras elecciones, Arenas aseguró: "Entonces no ganó el rencor ni el revanchismo. Ganó un proyecto centrista, algo que volverá a pasar".

El andaluz siguió la misma línea oratoria que su jefe aunque también aprovechó para remover asuntos que restan al PSOE en Andalucía como es el presunto fraude que investiga una jueza en las ayudas públicas para prejubilaciones y empresas en crisis. En su futuro "gobierno del cambio en Andalucía", señaló, no habrá "fondos de reptiles" para repartir "caprichosamente entre los amigos", como a su juicio ha hecho el actual Gobierno de José Antonio Griñán con el "escándalo" de los ERE, "una trama creada desde el gobierno para expoliar el dinero de los parados".

El dirigente andaluz se mostró una vez más preocupado por la herencia que su partido va a recibir cuando gobierne, lo que ilustró con la situación del ayuntamiento de Valverde del Camino (Huelva), donde la nueva alcaldesa, tras 30 años de gobierno del PSOE, ha heredado una deuda de 54 millones de euros cuando su población no supera los 10.000 habitantes. "Se gastaban al mes 800.000 euros y se ingresaban 40.000", aseguró.

El PP sigue cerrando sus listas electorales, solo han presentado a sus cabezas de lista al Congreso. La estrategia de los populares pasa por situar a sus grandes alcaldes en el Senado, después de que el PSOE-A haya aprobado una iniciativa que impedirá su presencia en el Parlamento en la próxima legislatura. Se conoce que el alcalde de Jaén irá a la Cámara Alta. Ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, también reconoció su "disponibilidad" a ir al Senado. Según dijo a sus 68 años, siente "la obligación de hacer este esfuerzo de compatibilizar la Alcaldía con el Senado para hacer una Autonomía en cascada y corregir el error histórico de no haberlo hecho ya".

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