La escuadra y batería de artillería antiaérea número 75 hizo su entrada en la Plaza de España con riguroso paso marcial y uniforme de gala. Tras cuadrarse ante las autoridades militares y civiles, presentaron sus fusiles de asalto HK al que hasta ayer fue su jefe, el Teniente General de la Fuerza Terrestre Virgilio Sañudo Alonso de Celis, quien a partir de hoy pasará a formar parte de la reserva.
Eran las 20 horas cuando Sañudo besaba por última vez en activo la enseña nacional, materializada en la bandera de la Brigada Paracaidista por ser el cuerpo en el que más tiempo ha servido. En el palco aguantaban estoicamente el calor mandos de los tres ejércitos y de la guardia civil, les acompañaban el alcalde, Juan Ignacio Zoido, el delegado del Gobierno, Luis García Garrido, el subdelegado, Faustino Valdés, el presidente de la CEA, Santiago Herrero, y el de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero, el rector de la Pablo de Olavide, Juan Jiménez, y el jefe de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, Antonio Jesús Fijal, entre otros.
Tras la parada militar tuvo lugar una ceremonia en el patio de las columnas del edificio de Capitanía. Allí se leyeron las disposiciones de paso a la reserva de Sañudo, que no se harían oficiales hasta a las 12 de la noche, poniendo fin a sus 45 años de ininterrumpido servicio. Esto se produce tal cómo marca la Ley de carrera militar , al haberse cumplido 10 años entre los empleos de General de Brigada, General de División y Teniente General.
Era una jornada de emociones para los familiares y amigos del Teniente General, y emocionado pronunció Sañudo su discurso de despedida: “Hoy al tener que dejar este puesto puedo decir que siento en lo más profundo de mi ser la satisfacción del deber cumplido”. En su alocución tuvo un especial recuerdo para Sevilla y sus habitantes. “A los sevillanos sólo puedo decirles que agradezco mucho su hospitalidad, su alegría y su carácter, tened seguro que volveré de visita”, señaló el hasta ayer Jefe de la Fuerza Terrestre, nacido en Treceño-Valdáliga (Cantabria). También se acordó de agradecer el trabajo realizado por sus subordinados y el apoyo recibido por las autoridades civiles. La despedida al líder militar finalizó con una copa de vino español para todos los invitados.
Virgilio Sañudo inició su carrera militar en 1966, llegando a ocupar los puestos de Teniente, Capitán y Coronel de la Brigada Paracaidista. También ha desempeñado cargos en el Estado Mayor hasta llegar a ser General Jefe de la Fuerza Terrestre en septiembre de 2007.
Su preocupación por la táctica y los medios de combate, lo que definió en su discurso final como “ser un guerrero”, la demuestran los diferentes títulos que ha obtenido en la Escuela de Estudios Militares .
Este “guerrero” también ha sido condecorado en dos ocasiones con la Gran Cruz al mérito militar con distintivo blanco. “Recordad siempre que somos soldados”, pronunció.
