Arnold Schwarzenegger alcanzó la popularidad con la película "Conan el bárbaro" y el estrellato con "Terminator", de James Cameron, y todo ello sin mover el gesto, simplemente poniéndose ante una cámara y hablando lo menos posible.
La estructura de su cara y sus músculos de culturista parecieron ser suficientes y así, sin inmutarse, hizo "Terminator 2", con innovadores efectos especiales para su tiempo y rizando el rizo del pasado presente-presente futuro.
El éxito de la segunda provocó el rodaje de la tercera, que es la que mañana emite Antena 3 TV a las 22 horas en su contenedor "Cinema-trix".
En esta nueva entrega, ya ha pasado una década de la película anterior y ahora John Connor tiene 22 años y vive fuera de circulación, sin teléfono y sin trabajo para evitar que las máquinas del futuro le eliminen.
Al igual que en la segunda parte, el actor austríaco es un Terminator "bueno" y el "malo", o en este caso la "mala", es una máquina con cuerpo de modelo, llamada "Terminatrix".
A Arnold Schwarzenegger ya se le ve mayor en esta tercera edición y por eso en la cuarta, que acaba de estrenarse en los cines, ni siquiera aparece y el protagonismo es de John Connor.