Cultura

Arqueología en cortos

El Teatro Alameda acoge la reunión de la Generación Cinexín, que puso los cimientos del nuevo cine andaluz. Los cineastas compartieron el visionado de sus cortometrajes.

el 14 nov 2014 / 23:32 h.

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Algunos de los integrantes de la Generación Cinexín reunidos ayer. / Inma Flores Algunos de los integrantes de la Generación Cinexín reunidos ayer. / Inma Flores La prehistoria del cine andaluz tiene fecha. Fue alrededor del año 1995 después de Cristo cuando un grupo de jóvenes, pertrechados con una cámara digna de museo del cinematógrafo, se lanzaron como posesos a rodar 14 cortometrajes. Ese conjunto de almas tiene nombre de marca: Generación Cinexín, y ayer el Festival de Cine Europeo (SEFF) reunió a buena parte de sus integrantes en un distendido encuentro en el Teatro Alameda. Guiado por la periodista Lourdes Palacios, el acto sirvió para homenajear «a quienes en los 90 decidieron hacer cine en Andalucía, algo muy complicado en aquella época». Provenientes en su mayoría de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla y del módulo de Imagen y Sonido que se impartía en el Instituto Néstor Almendros, posteriormente también se arremolinarían alumnos del Centro Andaluz de Teatro. Pero en una primera fase, que cristalizó en Cinexín 1, los miembros del heterogéneo grupo filmaron cada uno un corto de tres minutos. «La primera proyección se hizo en la Facultad de Arquitectura y, cuenta la leyenda, que algunos de los directores no entraron porque les daba pudor que su trabajo se hiciera público», narró Palacio. Ayer, sin embargo, sus artífices aguantaron el chaparrón o la gloria de ver bastantes años después aquellas semillas de celuloide. Algunos, como Alberto Rodríguez, tienen hoy en cartel obras del calado de La Isla Mínima cuando, paradójicamente, su aportación no fue precisamente la más laureada del marasmo. «Lo más divertido de aquella primera tanda de cortos de Cinexín es lo variopinto del menú; hay comedias, películas existenciales y vídeo-arte», anotó Alex Catalán. Y no todos se presentaron firmados, el montaje escatológico-sexual Historia de los fluidos lo rubricó Razón Incorpórea, pseudónimo bajo el que se escondía David Cantero, hoy presentador del Telediario de Tele 5. «La historia cuenta que la cámara con la que filmamos la compramos en el mercadillo del Jueves, en realidad se la adquirió mi padre a un operador de cámara», desveló Rodríguez. «Con aquellos cortos reivindicábamos ayudas para la creación, que en aquel momento se habían cortado», apuntó Ana Rosa Diego, mientras que Gervasio Iglesias, productor de filmes como Juan de los Muertos y Grupo 7 tiró de recuerdos terrenales: «Éramos un grupo de amigos que nos reuníamos en la trastienda del bar Las Sirenas, en la Alameda, y mientras que el camarero nos arrimaba ingentes cantidades de cerveza nos enzarzábamos en debates eternos sobre el cine y cómo abordarlo», rememoró. Propiciar el encuentro de anoche fue más sencillo que hallar todos los cortos. «Nadie sabía dónde estaban ciertas cintas», apuntó Lourdes Palacios. «Uno fue llamando a otro y así las conseguimos juntar todas, incluso una, que estaba desaparecida, se encontró finalmente guardada y olvidada en una caja que estaba en el Teatro Quintero», detalló. Cinexín 1 tuvo continuidad en una segunda parte, «bastante más seria, con unos pocos más medios y algo más aburrida», confesó Santi Amodeo (¿Quién mató a Bambi?). «Canal Plus compró los derechos de emisión de la primera parte y nos estimuló a darle continuidad», siguió Diego. «Fuimos como una autoescuela, Cinexín supuso nuestras primeras clases, puede que no aprendiéramos a meter la cuarta y la quinta marcha, pero comenzamos a circular, y eso es lo realmente importante de todo esto», concluyó Alberto Rodríguez.

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