I. A. G.
El trabajo de toda una vida resumido en 20 años de dedicación a la cooperación internacional tuvo su recompensa ayer para ocho personalidades de reconocido prestigio que, con su labor desinteresada, han contribuido a la consolidación de la ciudad del futuro en toda Latinoamérica.
La Junta de Andalucía inició, hace 20 años, una relación muy especial con América Latina a través del Programa de Cooperación Internacional que ha producido, durante este periodo de tiempo, numerosas obras arquitectónicas de gran calidad, publicaciones, programas de desarrollo urbano, y estudios sobre la ciudad..., pero que, sobre todo, ha posibilitado una relación entre regiones, que es al final entre personas, de un valor superior a cualquier otro proyecto o plan de acción emprendido en estos años.
El principal objetivo que ha perseguido desde siempre este programa, es la contribución al desarrollo de países con los que Andalucía tiene especiales lazos culturales e históricos, en los que se ha buscado mejorar la calidad de vida de sus gentes y sus perspectivas de futuro, mediante el apoyo a políticas locales de vivienda, planificación, mejora de servicios públicos, recuperación del patrimonio edificado y la mejora de las infraestructuras.
Este Programa de Cooperación Internacional no hubiera sido posible sin la respuesta de un gran número de profesionales que lo han reconocido y puesto en valor a lo largo de dos décadas. Por este motivo, la Junta de Andalucía quiso expresar su reconocimiento en un acto público en el que la consejera de Obras Públicas y Transportes, Concepción Gutiérrez, entregó las placas conmemorativas del homenaje.
Estos profesionales, de gran prestigio reconocido internacionalmente, han trabajado muy especialmente con la Junta de Andalucía para hacer realidad en sus países el proyecto de cooperación en la rehabilitación y recuperación urbana de sus ciudades. Algunos de los homenajeados incluso ocupan o han ocupado cargos de gran responsabilidad de la administración local o del gobierno de sus países de origen, como señaló Fermín Moral Cabeza, consejero delegado de las Áreas de Rehabilitación y Parque Público de Vivienda de la Empresa Pública de Suelo de la Junta de Andalucía (EPSA), quien se encargó de hacer una breve introducción sobre lo que ha sido la cooperación internacional en Andalucía y una semblanza de cada uno de los homenajeados.
Uno de ellos, Mariano Arana, que ostenta el cargo de ministro de Vivienda en su país, Uruguay, ha sido dos veces senador de la República, secretario ejecutivo de Mercociudades, presidente del Congreso Nacional de Intendentes, presidente del Consejo de la Red de Mercociudades, e intendente municipal de la capital, Montevideo. De esta última época data el primer contacto de Arana con la administración andaluza, cuando entró en contacto con el arquitecto y urbanista jerezano Manuel González Fustegueras. En marzo de 2006, esta relación dio sus frutos con la firma del Protocolo de Cooperación entre el ministerio uruguayo y la Junta, por el que las dos instituciones se comprometieron a cooperar para el fomento de actividades relacionadas con la arquitectura, la política de vivienda y la planificación territorial.
La labor de José María Buendía, otro de los homenajeados que no puedo estar presente anoche en el Real Alcázar, nacido en Marruecos y criado entre Huelva y Sevilla, destaca por su cercanía a Andalucía. Durante más de 45 años ha sido profesor en México y fuera de él, donde se dedicaba a explicar a las nuevas generaciones cómo es Andalucía a través de su arquitectura, lo que aún hoy sigue produciendo un reguero de jóvenes que intermitentemente vienen a vivir lo escuchado en sus clases.
Para Fernando Castillo Velasco, su papel de arquitecto, rector y alcalde de La Reina, en Santiago de Chile, le ha valido para que su intención de construir una sociedad más justa y una ciudad más cercana a sus habitantes fuera reconocida ayer por la Junta. Además, su idea de que es posible remodelar un área de la ciudad en deterioro sin tener que expulsar a la población que la habita y que se pueden entregar viviendas "incompletas" para que el habitante las termine a su gusto pero sin deterioro del conjunto, constituyen dos hitos de la construcción del espacio público del futuro.
La placa de Carlos González lleva como marchamo de calidad sus aportaciones en México, donde nació, en el campo de la innovación tecnológica en sistemas constructivos de bajo costo viviendas con crecimientos progresivos y en el reciclaje del agua de lluvia en la vivienda.
El impulsor de la primera actuación de cooperación de la Consejería de Obras Públicas en América, la recuperación de la Casa de los Siete Patios en Quito (Ecuador) tampoco faltó a la cita-homenaje: Hernán Crespo, que desde el año 1995 tiene responsabilidades en la Unesco, ha publicado sobre cultura y desarrollo, conservación y rehabilitación del patrimonio cultural.
Para Ramón Gutiérrez da Costa, el galardón de ayer no es el primero que le dan en tierras andaluzas: en 1986 obtuvo el Premio Andalucía-América promovido por la Consejería de Cultura de para potenciar la investigación sobre el patrimonio, con lo que se convirtió en un enlace para el posterior desarrollo de la cooperación con Argentina, Chile y Uruguay.
Eusebio Leal, especialista en Ciencias Arqueológicas, llegó desde Cuba, donde es presidente de la Comisión Nacional de Monumentos, desde donde ha participado en la rehabilitación del centro histórico de La Habana.
Por último, también hubo un recuerdo ayer para los que ya no están. Así, un especial y sentido aplauso acompañó a la viuda de Rogelio Salmona cuando recogió la placa en honor a su marido, que "más que arquitecto latinoamericano, fue arquitecto en Latinoamérica".
Este grupo de personas representan el trabajo, la dedicación continuada por la rehabilitación y la recuperación de los valores de la ciudad. El homenaje de ayer sirvió para que se reencontraran, intercambiaran experiencias y, sobre todo, se estrecharan los lazos de amistad entre todos los que han participado en este proyecto.
