Sevilla contará desde mañana con nuevos contenedores para recoger el aceite usado de cocina, después de que los anteriores se retiraran hace un año por su inseguridad e ilegalidad. Esto nuevos recipientes son inteligentes, hasta el punto de que avisan cuando están llenos, comenzarán a instalarse a partir de mañana por Sevilla Este dentro de una primera fase en la que se colocarán 227 por toda la ciudad. En total, serán mil unidades que harán que todos los ciudadanos dispongan de uno a 300 metros.
Más de un año ha hecho falta esperar para poder contar con este nuevo sistema de recogida, adjudicado por el Ayuntamiento a la empresa Biouniversal S.L. Se trata de contenedores inteligentes dotados de un sistema de comunicación, instalado en colaboración con Telefónica, que se ha encargado de dotarlos de un módulo de comunicación que permite conocer en tiempo real cualquier tipo de alerta, como por ejemplo su llenado completo, si han sido objeto de un acto vandálico o si la compuerta está abierta, ha explicado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Parques y Jardines, Maximiliano Vílchez.
El funcionamiento de estos nuevos recipientes es muy fácil. Los ciudadanos tendrán dos opciones, ya que pueden hacer como hasta ahora y seguir almacenando el aceite en garrafas de plásticos o en botellas de cristal y depositar el aceite directamente en el contenedor y luego deshacerse del recipiente en los contenedores de plástico o de vidrio, ha señalado la directora de Biouniversal, Myriam Alonso. La otra opción es utilizar unos pequeños contenedores domésticos que Lipasam va a repartir de forma gratuita por los distritos y asociaciones vecinales, que vienen preparados para recoger en bolsas dos litros de aceite. Esta bolsa es la que se depositará en el contenedor.
Una vez lleno, el contenedor tiene una capacidad para 250 litros, un camión cisterna acude a recoger el aceite, lo que se hará mediante un sistema de succión, que en tres minutos lo vacía de forma silenciosa. Estos contenedores inteligentes cuentan, además, con medidas de autoprotección, pues los mismos están equipados con varios "sensores y con una "válvula anti retorno", que impide vertidos de aceite en el caso de que el contenedor sea volcado
El contrato, licitado por 690.000 euros, se encuadra en la nueva ordenanza de limpieza pública y gestión de residuos, que entre otras cosas reserva a una concesión administrativa del Consistorio la recogida de aceites de cocina usados y las grasas del sector de la hostelería. El Ayuntamiento percibirá un canon anual de 110.000 euros por el mismo.
Este nuevo sistema cosechó el recelo de la patronal de la hostelería, porque obliga a todos los negocios del sector, los bares y los restaurantes, a entregar gratuitamente sus aceites de cocina usados y sus grasas a Biouniversal S.L. Hasta ahora estos establecimientos vendían libremente estos residuos a empresas del sector del tratamiento y reciclaje de aceites y grasas, obteniendo así un ingreso económico al desprenderse de este residuo. Por su parte, la Asociación de Gestores de Residuos de Aceites y Grasas Comestibles (Geregras) se opone también a este modelo del sistema de recogida de aceites de cocina usados al avisar de que el mismo se sitúa en contra del principio de libre competencia del mercado, lo que ha llevado a la organización empresarial a emprender acciones legales y denunciar el asunto ante la Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía.
Sobre estos Vílchez ha asegurado que no tiene "ningún miedo", porque tiene "muy claro" que el Ayuntamiento ha actuado "correctamente". "Estamos acostumbrados a que quien pierde los concursos, los recurre", ha manifestado.
