La Consejería de Cultura ya ha iniciado la tan anunciada restauración de las torres de San Juan y Santa Cruz, que van a ser sometidas a un importante lavado de cara tanto por dentro como por fuera. Con una inversión cercana al millón de euros, la recuperación de estos dos campanarios se unirá al de la torre de la iglesia de La Victoria, que fue restaurada hace más de un año.
El campanario de San Juan está considerado como uno de los que de mejor ejemplifican el estilo barroco religioso ecijano. El arreglo supondrá el remate a la rehabilitación de la iglesia, iniciada hace más de siete años, a través de escuelas taller y tras lograr la hermandad de San Juan la titularidad del inmueble.
El arreglo de la torre de San Juan consistirá en el adecentamiento general de los revestimientos interiores y exteriores, la sustitución del peldañeado de acceso al campanario y de la escalera de caracol del cuerpo de campanas por otra de similares características, y la creación de una escala para registro del capulín de remate.
Además, se quiere solucionar la entrada de agua de lluvia al interior de la torre cerrando los óculos de carpintería y el balcón con una puerta de madera para acristalar, mientras que en los cuerpos altos se ejecutarán pendientes y recogida de agua para evacuar el agua-viento y evitar las actuales filtraciones. De esta forma se quieren solucionar los problemas de revestimientos y grietas, aunque el objetivo principal de las obras es revalorizar la torre y hacerla visitable.
Las obras han sido adjudicadas a la empresa Hermanos Campano, con un plazo de ejecución de 12 meses (estaría terminada por tanto, en torno a la primavera del año que viene) y un presupuesto que asciende a 460.500 euros.
La mejora de la torre de la parroquia mayor de Santa Cruz, por su parte, tendrá un coste de 418.825 euros. Los problemas principales que presenta son de conservación, tanto exterior -en especial en el material pétreo- como interior, ya que están en mal estado los revestimientos de suelos, paredes y techos.
En primer lugar se eliminará la fábrica que, a modo de quitamiedos añadido, oculta el interior del mismo y desfigura el alzado de la torre. El quitamiedos se resolverá con una serie de barras de poco diámetro. En segundo lugar se eliminará la construcción adosada a la fachada Este de la torre.
La tercera intervención se realizará en el interior y consistirá en la sustitución de la escalera de caracol metálica por otra con bóveda y peldaño de ladrillo. Se intervendrá en la fachada, los revestimientos y en las piezas de carpintería, así como en la instalación eléctrica. También se sustituirá el dispositivo completo del pararrayos. Los trabajos han sido adjudicados a Freyssinet, con un plazo de ejecución de obras de seis meses.
