Alejandro Arribas.
Si había un hombre en el que se concentraron la mayor parte de las miradas en el partido entre el Sevilla y el Atlético de Madrid, ése era sin duda Alejandro Arribas. Su horrible partido en Anoeta estaba demasiado cercano como para que se olvidase de golpe y porrazo. Necesitaba demostrar que un día malo lo tiene cualquiera, pese a las enormes dudas que siempre han rodeado a este central desde su llegada. Así se ha sentido esta semana: Nunca he perdido la confianza en mí, porque no es la primera vez que me pasa un partido como el de San Sebastián, no es la primera vez que tengo un fallo y creo que el fallar también ayuda a seguir creciendo. Siempre he confiado en mí, el míster confía en mí, mis compañeros me han ayudado mucho en esta semana, que no ha sido fácil, porque después de ese partido todas las miradas se centran en un futbolista, pero yo estoy tranquilo. En los medios oficiales incluso se defendió de las críticas tras su encuentro del domingo: Se demostró que contra un equipo mejor que la Real Sociedad no cometí los mismos errores. Cada partido es diferente, te puede ocurrir, esto es así, hay que seguir trabajando".
