Un Alonso Cano "con pedigrí", que ha formado parte de algunas de las exposiciones más completas del autor granadino, encabeza el último catálogo de la subasta que la empresa Arte y Gestión -participada de Cajasol- celebrará el próximo 20 de noviembre con la corriente de la crisis, según aseguran, a favor.
La crisis o cómo dinamizar el mercado del arte. El bache económico no parece ser un obstáculo insalvable para las casas de subastas. "El arte es la mejor inversión en momento de crisis, segura y a largo plazo", aseguraba ayer Ignacio Guzmán, director de Relaciones Institucionales de Cajasol, durante la presentación de la única subasta que, con caracter semestral, se celebra en Sevilla. "Valor refugio" fue otro de los términos que se utilizaron para denominar las obras de arte que quedaron ayer expuestas -donde permanecerán hasta el mismo día 20- en el Centro Cultural de la calle Laraña y que se reúnen en torno a 503 lotes (202 de joyas y 301 de pintura), valorados en un total aproximado de 1.655.000 euros.
Sin embargo, el valor seguro e intrínseco al arte como inversión desgravable no es el único viento a favor con el que ha navegado esta nueva exposición. La falta de liquidez de algunos coleccionistas y particulares "hace que salgan al mercado auténticas joyas y curiosidades que no se darían en otro momento", según explicó la directora de la subasta, Carmen Aranguren.
Es el caso del Cristo eucarístico de Alonso Cano, que saldrá a la palestra a un más que razonable precio de 95.000 euros. Se trata de un óleo sobre tabla que corresponde a la puerta de un sagrario y que fue incluida en la gran exposición sobre Cano que organizó la Consejería de Cultura en Granada en 2001.
En este apartado destacan también, además de la Vista de Sevilla anónima del XVII -que, con sus 100.000 euros de salida, se ha convertido en la pieza más cara de esta económica subasta-, la Virgen del Rosario con Santo Domingo y Santa Catalina de Siena, de Lucas Valdés, hijo de Valdés Leal que decoró los techos de la Magdalena y Los Venerables; y una larga lista de obras de la escuela sevillana del XIX ("la que más atención recibe por parte de los compradores", según Aranguren), entre las que sobresale una copia de La familia de Carlos IV de Goya, realizada por Gonzalo Bilbao.
De la pintura antigua destacan pintores españoles como Francisco Varela y Pedro Atanasio Bocanegra, y flamencos como Frans Francken II y Gaspar Vander Hoecke. Del siglo XX, finalmente, destacan las Escenas de la Guerra Civil, así como un pastel de Londres titulado El Támsesis, y el óleo Plaza de San Pedro de Roma.
