Tras su fugaz paso por Vaya Tropa en Cuatro, un espacio del que dice que era "un programa oculto más que de culto porque competía con una franja muy complicada como son los informativos", Arturo Valls se ha incorporado ahora como actor a la serie Pelotas, al tiempo que prepara otra con Luis Guridi -en abril se iniciará la grabación-, el creador de Camera Café.
El actor y presentador valenciano se muestra encantado con su trabajo en Pelotas, cuya segunda temporada acaba de arrancar en La 1 de TVE: "Muestra cosas que les ocurren a los adultos", en un panorama televisivo en que "la mayoría de las series están dirigidas a un público adolescente", explica Valls, quien se ha incorporado a la ficción dirigida por Javier Corbacho y Juan Cruz (Tapas) como el simpático cuñado del presidente de La Unión (Ángel de Andrés), el club de fútbol en torno al cual se articulan las tramas de esta serie de "tono naturalista" que le sirve para "seguir aprendiendo".
"Para los actores malos como yo, estos directores y actores son una maravilla, me ayudan mucho", señala el presentador, quien confiesa que el drama le da "pudor", como ha comprobado en algunas de las escenas más dramáticas de Pelotas.
Arturo Valls confiesa que está más cómodo en la comedia, aunque esto no le preocupa: "Tampoco hay que hacer un drama para demostrar nada". Eso sí, sigue formándose con un profesor de interpretación por si llega el momento oportuno para ese papel o para un proyecto de teatro, un medio del que ha recibido ofertas pero al que le tiene "cierto respeto". Por ahora, se siente afortunado de estar en Pelotas, donde se muestra algo más que "institutos, botellón y torsos desnudos".
Vaya tropa fue víctima de la "dictadura de la audiencia" tras dos meses de emisión, pese a que reunía "todos los alicientes para que fuese un gran programa". "A veces falta esa chispa que hace que los proyectos cuajen", concluye.