No hace ni dos meses, Arzu quería dejar el Betis como fuese. Ahora es titular indiscutible en Segunda, luce el brazalete de capitán y no anda demasiado lejos de renovar su contrato con el club donde se crio. "Me agobié mucho, pero mi situación ha cambiado", confesó ayer. Es más, la oferta de Manuel Ruiz de Lopera lo dejó "sorprendido".
En mayo, cuando marcó un importante gol ante el Almería y los aficionados lo abuchearon porque pensaron que el gesto de la dedicatoria a su hija recién nacida era un reproche a ellos, Arzu decidió que ya no quería seguir ni un minuto más en el Betis. La idea, que nada tuvo que ver con el posterior descenso, no cuajó porque Manuel Ruiz de Lopera se negó a traspasarlo. Y entonces la historia giró como una noria: Arzu sustituyó a sus representantes por su padre, Antonio Tapia lo reclamó como pilar indiscutible del proyecto del ascenso y el máximo accionista se avino a reunirse con el nuevo agente. El futbolista recapacitó, el Betis le hizo una oferta de renovación y la realidad, hoy, es que Arzu sigue, la afición ha cambiado los pitos por los aplausos y su continuidad es cuestión de tiempo.
"Estamos en un punto cercano y sé que con el paso del tiempo se va a arreglar. Al Betis siempre le voy a dar mejores condiciones que a otros clubes. Es mi primera opción. Todo llegará, tiempo al tiempo", dijo ayer Arzu, del que no se recordaba declaración alguna desde que compareció tras aquel encuentro del Almería. El mediocampista, requerido esta semana por todos los medios de la ciudad, intervino en los del club y confesó que Lopera le había impresionado con su oferta: "Me sorprendió porque es difícil que un canterano sea económicamente uno de los mejores de la plantilla", admitió. Eso sí, él replicó con una contraoferta. Y mientras... "Intento implicarme lo máximo, aunque es casi imposible teniendo cosas personales que arreglar", reconoció.
Sin querer profundizar en los hechos, "circunstanciales", que derivaron en su deseo de irse, Arzu sí les dedicó una valoración: "La afición es soberana y me tocó vivirlo de una manera peor que mis compañeros. Llegué a agobiarme mucho, pero yo paso página rápido. Ha cambiado mi situación. Mi intención era salir del Betis, pero me he apoyado en mi familia, he sentido el cariño de los aficionados, me he hecho fuerte y pensé que si tenía que salir del Betis no era la mejor manera. El Betis ha apostado por mí. Hubo un tiempo en el que estaba descontento, pero con el cara a cara se gana mucho. Don Manuel me ha dado cariño y quiero devolvérselo. Si tengo que irme, que sea por la puerta grande", consideró el de Dos Hermanas, "más feliz" ahora que se ha alejado del ruido mediático. "Por mi manera de ser, cada vez que hablaba sobresalía más que el resto. He sido torpe y rectificaría muchas cosas, pero a lo hecho, pecho", añadió. Y con la afición, ídem: "La ovación el día del Córdoba fue una alegría. No se trata de dar cariño porque uno sea bético desde chiquitito, sino que soy un profesional. Lo que me pasó fue circunstancial, se juntaron muchas cosas negativas y explotó de esa manera, pero considero a la afición del Betis la mejor del mundo", sentenció.
