Asaja-Sevilla sentenció ayer que el "algodón ha muerto en Andalucía", ya que la producción de este cultivo nunca, desde 1986, había sido inferior a las 100.000 toneladas y en esta campaña no se alcanzarán ni las 50.000. Según los cálculos de Asaja, en la próxima campaña la cifra será menor porque se reducirá aún más la superficie de siembra y el rendimiento por hectárea.
En unas jornadas celebradas en Los Palacios, Sevilla, el responsable nacional de algodón de ASAJA, Emilio Gutiérrez, dijo que "es la crónica de una muerte anunciada, que las administraciones, lejos de evitar, sólo han intentado disimular". "Con la reforma de 2004 y la desaparición de la ayuda a la producción se certificó la muerte del cultivo, pese a que algunos se obstinaran en negarlo", ha apostillado el dirigente de Asaja.
"La industria desmotadora carece hoy de algodón para tratar, pues en lo que va de campaña sólo ha recibido 22.000 toneladas, una cantidad que no permite rentabilizar las 18 industrias con que aún cuenta Andalucía", quiso denunciar.
A su juicio, "el 'paripé' montado por el Ministerio de Medio Rural y protagonizado por la Consejería de Agricultura sólo ha servido para meter la mano a destiempo en el bolsillo de los agricultores y perder parte de la ficha financiera que podía haber llegado de Bruselas si se hubiera desacoplado totalmente el cultivo".
El otro cultivo industrial que generaba riqueza y empleo en el Bajo Guadalquivir era la remolacha, que contaba en Andalucía con más de 45.000 hectáreas y del que vivían 7.000 agricultores.
Tras la aprobación de la reforma de la OCM del Azúcar, en 2006, el cultivo se vio abocado a una "reconversión brutal" que ha provocado el cierre de tres de las cuatro azucareras que operaban en Andalucía y la reducción de su superficie en más de un 60% hasta las 12.000 hectáreas.
