La Fiscalía de Sevilla ha decidido abrir diligencias para investigar cuatro casos de bebés supuestamente 'robados' o 'desaparecidos', de los cuales dos casos se corresponden con hechos acaecidos en el año 1977 en el Hospital Virgen del Rocío de la capital hispalense, anteriormente llamado Hospital García Morato, según han informado a Europa Press fuentes del departamento de María José Segarra.
Estas diligencias de investigación, según han apuntado las mismas fuentes, se han abierto después de que los padres de los bebés interpusieran una denuncia ante la Fiscalía. La primera en denunciar fue una pareja de la localidad sevillana de Utrera que pidió que se investigara el posible "robo" en el año 1977 de sus hijas gemelas, pues la familia sospecha que podrían haber sido "robadas" y dadas a otras familias frente a la versión dada en su momento por los médicos del centro hospitalario, que defendieron que ambos bebés habían nacido muertos.
En la denuncia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la madre de las niñas, Felisa Sosa Mateos, hace referencia a la "trama de robo de niños" producida en los años 60, 70 y 80 de la que se han hecho eco en las últimas fechas los medios de comunicación españoles, una trama de la que la pareja se considera "directamente afectada".
Así, relata que fue en la noche del día 27 de junio de 1977 cuando ingresó en el entonces llamado Hospital García Morato, donde los médicos la reconocieron y le comentaron que "había dilatado muy poco", todo ello, mientras Felisa escuchaba decir a los facultativos "que algo pasaba".
La afectada explica que, cuando llegó al paritorio, tuvo que esperar a que otra mujer pariera. "Sentía a mi hija salir y le tocaba la cabeza", apunta al tiempo que relata que la llevaron al caballete habilitado para el parto la dejaron "dormida por completo". Al despertar, según su denuncia, se encontraba en otra sala y comenzó a preguntar "qué es lo que había tenido", pero nadie le contestaba.
"MUY NERVIOSA"
"Entonces me di cuenta de que yo no tenía la pulsera que suelen poner a las que han tenido un bebé y me puse muy nerviosa, y cuando pasó un rato me dijo una enfermera que había tenido dos niñas pero que estaban muertas", prosigue la madre.
La denunciante no puedo ver a ninguna de sus hijas y tampoco su marido porque se encontraba haciendo el servicio militar. En su lugar, acudieron las madres de ambos "pero no se las quisieron enseñar" y les indicaron que desde el hospital se harían cargo del entierro para que no "sufriesen".
En la denuncia, la madre también asevera que, cuando pasaron unos 15 días del parto, se reunió con una ginecóloga "para saber qué era lo que le había pasado a las niñas, y solo le dijo "que lo que había pasado era cosa de Dios" y que ni ella ni las niñas tenían "ninguna enfermedad". La madre explica que en el libro de registro del cementerio de San Fernando donde supuestamente fueron enterradas ambas menores "consta un feto hembra, por lo que no coincide lo que dice el Hospital con lo que hay registrado en el cementerio".
No obstante, el Hospital Virgen del Rocío ha subrayado que tiene a disposición de las familias y "de cualquier autoridad judicial que la solicite" la información relativa a este caso. Así, ha señalado que se ha recabado toda la información clínica de dicha asistencia, y ha asegurado que en todas las historias clínicas figuran los informes relativos a la historia tocoginecológica, así como los resultados de diferentes pruebas diagnósticas que se realizaron a las gestantes durante su estancia hospitalaria.
ARCHIVO POR PARTE DE LA FISCALIA GENERAL DEL ESTADO
Por otra parte, la Fiscalía General del Estado ha rechazado abrir una causa general para investigar los casos de 'niños robados' y ha instado a los demandantes a presentar una denuncia individualizada ante los órganos judiciales de los lugares en los que supuestamente se produjeron los delitos.
El departamento dirigido por Cándido Conde-Pumpido ha justificado su decisión en que los responsables de las sustracciones, llevadas a cabo en clínicas de toda España desde la década de los 40 hasta mediados de los 80, no integraban una única organización, sino que operaban en distintos puntos del territorio nacional.
La Asociación Nacional por Adopciones Irregulares (Anadir) presentó el pasado jueves ante la Fiscalía General del Estado una demanda colectiva que agrupaba a más de 200 afectados por las tramas de 'niños robados'. Los miembros de la asociación, representada por el abogado Enrique Vila, acudieron a la sede de la Fiscalía portando pancartas en las que denunciaban la existencia de unos 30.000 casos relativos a la sustracción de niños recién nacidos en diversas clínicas, a cuyos progenitores se les comunicaba su fallecimiento, y que eran entregados a otras familias previa falsificación de los documentos necesarios.