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Asenjo advierte sobre las "religiones civiles" como el deporte o el culto al cuerpo

El arzobispo avisa de nuevos valores que han desplazado a Dios de la sociedad.

el 14 oct 2012 / 19:43 h.

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El arzobispo de Sevilla aprovechó ayer la apertura del Año de la Fe en la Archidiócesis para reclamar las raíces cristianas de las sociedades occidentales, entre ellas Sevilla, que han experimentado estos últimos años un "eclipse de Dios" en el que "el hombre se cree autosuficiente" dentro de una nueva escala de valores donde la religión ha quedado desbancada por "el consumismo, el hedonismo, el placer y el disfrutar".

En su homilía pronunciada dentro de una misa celebrada en la Catedral de Sevilla, Asenjo alertó del peligro de las llamadas "religiones civiles", en alusión a la ecología, el deporte o el culto al cuerpo, que cada vez más son para muchos "un sustitutivo de Dios". En esta línea, culpó a los medios de comunicación del "creciente prestigio intelectual de la increencia", de los que lamentó que tienen "entre sus objetivos borrar a Dios de la historia y de la ciudad de los hombres".

En su alocución ante los fieles insistió en que "el olvido de Dios" está en "el origen de todos los problemas de la sociedad actual", como la insolidaridad, la pobreza, las crisis familiares o "el nihilismo de tantos jóvenes sin rumbo y sin esperanza". En este sentido, enmarcó la necesidad de celebrar este Año de la Fe, inaugurado por Benedicto XVI el pasado jueves y que se prolongará hasta 2013.

El pastor de la Iglesia de Sevilla destacó dos dimensiones de la fe: una de orden intelectual y otra afectiva. De esta segunda, de la que dijo ser "la más importante", resaltó su vínculo con la caridad, pues "la fe necesita ser alimentada por la oración y refrendada por las obras". En este punto, hizo un especial llamamiento a realizar actos que reflejen en la vida la fe cristiana. "La fe sin obras es una fe muerta", subrayó monseñor al tiempo que alertó de "la debilidad" que a veces se produce cuando hay "un divorcio entre la fe y la vida, empobreciendo y abandonando a las personas".

No hubo ninguna referencia explícita al gran viacrucis anunciado la semana pasada para conmemorar el Año de la Fe en la Archidiócesis de Sevilla, y en el que participarán 14 imágenes cristíferas en un acto piadoso que tendrá lugar en la Avenida de la Constitución, en un alarde de acercar las imágenes de gran devoción al pueblo para evangelizar y afianzar la fe de los creyentes.

Es por ello que monseñor Asenjo invitó a todos los sevillanos a vivir esta conmemoración dentro de las comunidades cristianas, pues "nadie puede creer por sí solo, como nadie puede vivir por sí solo". Para preparar los distintos actos que se convocarán en parroquias y hermandades de la Archidiócesis de Sevilla, recomendó como "libros de cabecera" el Catecismo de la Iglesia Católica, la Biblia y los documentos del Concilio Vaticano II, de los que se cumplen 20 y 50 años de su publicación y celebración respectivamente, y que marcaron el rumbo de la Iglesia de hoy en día.

El arzobispo pidió a los feligreses que hablen de su fe y no se avergüencen de sus creencias: "No podemos esconderla bajo el celemín, porque correríamos el riesgo de que se asfixiara". A lo que sugirió "ponerla sobre el candelero para que alumbre a todos".

Para la evangelización encomendada por el Santo Padre dentro de este Año de la Fe, reivindicó la necesidad de "un cristianismo sin tibieza" y "una Iglesia convertida y llena de santos", en una latente referencia a que los sacerdotes y demás formadores sean partícipes de una vida ejemplar y sin escándalos. En este sentido, Asenjo reconoció que la carencia "más urgente" que tiene la Iglesia en Occidente es la de "contar con evangelizadores creíbles, con un testimonio personal y colectivo de vida santa". Por último, terminó su homilía poniéndose en manos de la Virgen "para robustecer la fe en este año de gracia".

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