En su primer encuentro con las cofradías, el arzobispo coadjutor de Sevilla les pidió que tiren de ingenio en materia de caridad, adoptando si fuera menester "acciones heroicas" en ayuda de los más necesitados. Asenjo expuso su pensamiento sobre el papel que deben jugar estas asociaciones.
Fue el sábado, por sorpresa, cuando el nuevo coadjutor de la Archidiócesis de Sevilla mantuvo su primer contacto directo con las hermandades sevillanas. En el transcurso de un retiro para hermanos mayores y tenientes de hermano mayor celebrado en la casa diocesana de ejercicios Betania, en San Juan de Aznalfarache, Juan José Asenjo Pelegrina pidió a las cofradías que, en una coyuntura social y económica como la actual, agucen la imaginación en sus actividades caritativas, llegando incluso a adoptar "acciones heroicas" si fuera menester para ayudar a los más necesitados.
Asenjo, que se mostró cariñoso y cercano con las cofradías, puso como ejemplo la invitación que él mismo realizó a una hermandad cordobesa para que demorara un estreno patrimonial y atendiera en su lugar un proyecto caritativo sugerido por él.
En una exposición brillante y llena de contenido, el nuevo coadjutor insistió en que las hermandades son "comunidades de Iglesia" que juegan un papel importante, ya que están impidiendo que "se reseque el humus cristiano", por lo que ignorarlas por parte de obispos y sacerdotes sería un "suicidio" y una "necedad", puesto que para muchos de sus hermanos estas asociaciones constituyen "la única manera de vivir su fe".
Desencuentros. El nuevo coadjutor de Sevilla también llamó la atención sobre las noticias hirientes que en ocasiones transmiten los medios de comunicación sobre las cofradías, como una forma de desacreditar a la Iglesia. A su juicio, las divisiones, desencuentros y disensiones internas en el seno de las hermandades son un mal que hay que evitar aun a costa de sacrificios personales.
Además, pidió a las cofradías "obediencia y comunión sincera" con el obispo y con las distintas parroquias a que pertenecen, ya que el pastor es el "vínculo de la Iglesia particular con la Iglesia Universal".
Abundando en la incardinación eclesial de las hermandades, el hombre llamado a suceder al cardenal Carlos Amigo en la sede hispalense insistió en que las cofradías no pueden ser "islas" respecto de la Iglesia diocesana. "Hay que sentir la Diócesis" y compartir sus fines, huir de toda intención de encerramiento, esbozó.
Asenjo, que tomó posesión como coadjutor de la Archidiócesis el pasado 17 de enero en una ceremonia celebrada en la Catedral, señaló que las hermandades "son un freno o antídoto de la secularización" creciente. "Por eso merecen el cariño de la Iglesia". Y terminó su exposición exhortando a las cofradías a que cultiven sus esencias y tradiciones, pero sin olvidar la vida interna, la formación, la unidad, el apostolado, el amor a los pobres y a la Iglesia, en comunidad con sus pastores.