Un canto continuo al Rosario a través de las letanías de la Virgen. Es el motivo que inspira las puntadas del nuevo palio de la dolorosa del Polígono de San Pablo, cuya confección ha comenzado esta Cuaresma en el taller de Charo Bernardino. Eso sí, para verlo en la calle habrá que esperar unos años, al menos cuatro.
El artista Javier Sánchez de los Reyes ha ideado un nuevo cielo para la Virgen del Rosario Dolorosa, imagen tallada por Luis Álvarez Duarte en 2007, que en la actualidad hace estación bajo un palio liso de terciopelo azul. Sin embargo, esta joven hermandad del Lunes Santo se ha embarcado en el ambicioso proyecto de bordar uno nuevo siguiendo el estilo rocalla o rococó que tiene el paso de misterio del Señor Cautivo y Rescatado.
La base de la obra, sin embargo, es el modelo típico de palio sevillano que consagró el genial Juan Manuel Rodríguez Ojeda para la Esperanza Macarena, madrina de esta corporación de San Pablo. Aún así, pretende aportar algo nuevo al patrimonio artístico de la Semana Santa, por lo que aquí la malla no es un mero soporte, sino un elemento ornamental más de la propia composición. En este sentido, la malla va variando en función de la zona, empleándose dos tipos, de nudos y hasta de bolillos. El fleco que remata las bambalinas es el tradicional de bellota con un enrejado pequeño que actúa de corte visual entre el bordado y el mismo fleco.
En cuanto al dibujo, el palio incluye las representaciones de todas las letanías del Santo Rosario, pues en un futuro se espera contar también con las que irán bordadas en el manto que se proyecta realizar para completar el paso de palio.
En el exterior de las caídas irán los símbolos de las letanías mientras que en el interior aparecerán escritas. La distribución se hará en función de la temática, localizándose afuera las correspondientes a la Realeza de la Virgen (Reina de las Vírgenes, Reina de los Confesores, Reina de la Paz...). La caída frontal estará presidida por una representación de la letanía Reina del Santo Rosario, simbolizada por una corona real que albergará el anagrama de María con un rosario terciado. En la trasera irá Reina elevada al cielo, es decir, la Asunción, en recuerdo a la Catedral de Sevilla consagrada a este dogma de fe. Completan el mensaje de las bambalinas exteriores en los paños frontal y trasero otras alusiones a la Virgen fuera del rezo del Rosario pero representativas del arte cristiano desde hace siglos, como el sol, la luna, la palmera y el ciprés.
Por su parte, en las laterales internas se distribuirán las letanías relacionadas con la ejemplaridad de la Virgen (Torre de David, Rosa Mística, Causa de nuestra alegría...), mientras que las de la mediación (Arca de la Alianza, Puerta del cielo...) se repartirán en la cara interna del frontal y trasera.
El techo, por su parte, estará dedicado a las letanías de la virginidad (Virgen Fiel, Virgen digna de veneración...), reservándose la gloria parte central del techo a Reina de la Familia, la última de las letanías que ha incorporado la Iglesia. Estará representada por San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen, de cuyos corazones saldrá una azucena de donde brotarán María y Jesús. La escena está inspirada en un lienzo del siglo XVIII de Madre de Dios del Rosario de Triana.
