Cultura

Asomándose a un nuevo mundo

Reseña del concierto que Zahir Ensemble y la OJA han ofrecido esta semana en la inauguración del Ciclo de Música Contemporánea del Teatro Central.

el 21 mar 2013 / 18:39 h.

Teatro Central. 20 de marzo. Programa:  Esprit-Rude-Esprit Doux I, Triple Duo, Double Trio, Asko Concerto. Intérpretes: Zahir Ensemble y músicos de la Orquesta Joven de Andalucía. Juan García Rodríguez, director. Ciclo de Música Contemporánea.

Fallecido el pasado mes de noviembre a los 103 años, el neoyorkino Elliott Carter es, sin ofrecer lugar a dudas, uno de los nombres más importantes de la música del siglo XX. Su obra abstracta, de asideros enormemente clásicos, siempre transparente, donde reina el contrapunto y donde la dificultad (de interpretarla, de oírla…) casi es un adjetivo que se palpa a cada nueva contracción precisa de instrumentistas muy familiarizados con la gramática de la música contemporánea.

Los músicos de Zahir Ensemble lo están, o como poco, van camino de ello. Los de la Orquesta Joven de Andalucía no, y algunos de sus músicos era la primera vez que se las veían ante unas partituras como las de Carter. El resultado sin embargo fue más allá del mero empeño para conquistar resultados estimables.

En el extenso Triple Duo (1983), García Rodríguez dirigió con un pulso casi bouleziano una música más hedonista –en la multiplicidad de sus hermosas convergencias tímbricas- de lo que una escucha apresurada podría apercibir. Realizó una ejemplar labor concertadora, aunque le faltó pulir la agógica de la pieza y demandar una presencia más palpitante de la algo alicaída cuerda.

Acostumbrado a vérselas con importantes partituras de nuestro tiempo, el fundador de Zahir Ensemble ¿estrenó en España? el Double Trio (2011), obra de un Carter con 102 años que mantiene el mismo ímpetu que muchas de sus más celebradas partituras de décadas atrás, tal era la genialidad de un autor cuya música precisará siempre de una mayor presencia. Fue una versión esforzada pero donde quedó expresada, más que suficientemente, toda la acerada lírica de una composición que ni siquiera está aún fijada en disco.

Probablemente el ASKO Concerto (1999/00) fuera la partitura más asequible y brillante de las propuestas, por sus iridescentes tuttis, por el hipervirtuosismo de sus diálogos entre instrumentos.  Los músicos de Zahir y la OJA brindaron una lectura hermosa, llena de nervio, donde es de justicia destacar la solvencia del piano de Óscar Martín, una interpretación imperfecta seguramente pero emocionante por cuanto que esa miríada de notas que Carter legara a la humanidad corrieron esta noche por las manos de una veintena de músicos jóvenes, entusiasmados ante un universo musical que, como decíamos, muchos estaban descubriendo en ese mismo instante.

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