El sindicato auspiciado por la Iglesia Católica en Cajasur, Aspromonte, cargó ayer contra su mentora por la gestión desempeñada por ésta en la entidad cordobesa y su papel en la fusión con Unicaja.
El presidente de Aspromonte, José Ignacio Torres, aseguró que la Junta de Andalucía y la Iglesia, personificada ésta en el administrador apostólico de Córdoba y arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, serán "responsables directos" de un posible expediente de regulación de empleo en Cajasur en el marco de su fusión con Unicaja.
Urgió a "la intervención de la Junta de Andalucía" porque, a su juicio, "Unicaja quiere romper la negociación laboral", mientras que Aspromonte, sindicato mayoritario en Cajasur, sigue dispuesto a negociar medidas no traumáticas de ajuste de plantilla.
El sindicalista insistió en que la Iglesia es "la primera valedora de Cajasur" y será "responsable directa" de lo que pueda sucederle.
Es más, reclamó al Banco de España que "investigue a fondo" el resultado de Cajasur en 2009, pues no se comprende, dijo, que en noviembre declarara 1,8 millones de beneficios y un mes después, 598 millones de pérdidas. Esa investigación, dijo, debe llevarse a cabo hasta sus últimas consecuencias e identificar a los "directivos responsables".
Por su parte, CCOO lamentó los "órdagos" lanzados por la cúpula directiva de Unicaja y Cajasur "con objeto de subir una apuesta cuyas fichas son miles de trabajadores".
Mientras, el presidente de Unicaja, Braulio Medel, se limitó a decir al respecto que el proceso de negociación laboral sigue en marcha e insistió en la necesidad del ahorro de costes y de que la viabilidad de la futura Unicajasur esté "blindada".