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Asturias, ¡qué hermosa eres!

Escribo desde Oviedo. En lo turístico, llovizna de la mañana a la noche; en lo cultural, Asturias es un paraíso. Por la parte institucional, como casi siempre, el presupuesto se recorta hasta lo básico: me hablan -por ejemplo- de bibliotecas de menos en la capital, de bibliotecarias sustituidas por conserjes.

el 15 sep 2009 / 05:15 h.

Escribo desde Oviedo. En lo turístico, llovizna de la mañana a la noche; en lo cultural, Asturias es un paraíso. Por la parte institucional, como casi siempre, el presupuesto se recorta hasta lo básico: me hablan -por ejemplo- de bibliotecas de menos en la capital, de bibliotecarias sustituidas por conserjes. Se elimina, así, todo atisbo de vida en el recinto: adiós a los clubes de lectura, las visitas guiadas para niños, mayores y asociaciones diversas, la orientación a usuarios y petición de nuevos títulos. Las bibliotecas no crecen, sino que se estabilizan y caminan hacia el declive. En el otro lado de la balanza, la iniciativa ciudadana, que arrasa con entusiasmo el pobre espíritu de quienes disponen de la combinación ganadora -mucho mayor presupuesto, personal, infraestructuras-, pero a cambio exhiben un espíritu pobre, más bien o más mal.

En Asturias participo en una mesa de colectivos culturales jóvenes. Represento a La Bella Varsovia, fundado en Córdoba hace tres años y medio, al que pertenezco; comparto opiniones y experiencias con Creactiva, Hesperya y Lata de Zinc. Todos acotaron su ámbito de actuación -los primeros en Avilés, los segundos en la Universidad de Oviedo, los últimos en los bares principalmente de la capital- y apuestan por una financiación propia, aprovechando de manera tangencial algunas ayudas por parte de las instituciones, pero procurando siempre no convertirlas en su modo único de subsistencia.

Creactiva se centra en la literatura, promoviendo las actividades de sus integrantes, nacidos la mayoría en torno al año setenta; Hesperya publica revistas, libros y plaquettes, organiza encuentros literarios, promueve un grupo de teatro que después actúa en centros de enseñanza y casas de cultura; Lata de Zinc considera la noche un espacio para la cultura, y organiza concursos de cabaret, conciertos, recitales, exposiciones. No sólo eso: como público, agitadores en el campo de la música o el cine.

Regreso con un ataque de envidia. De la insana, por supuesto.

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