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Asunción, por buen camino

A los 60 años se ha jubilado del tráfico, un dogma que se creía esencial, pero no lo era: cuatro nuevas tiendas abren esta semana en Asunción.

el 06 abr 2010 / 21:17 h.

"Un poco de miedo sí que tengo", dice Manuel Garrido, sonriendo bajo el rótulo del 38 de Asunción: Próxima apertura TS Muebles, una de las cuatro nuevas tiendas que abrirán en esta calle en una semana. No se parece este cartel al que, en el escaparate de la cercana Virgen de Fuensanta, clama contra la recién estrenada peatonalización con un montón de noes por lema: a la pérdida de aparcamientos, a la inseguridad nocturna, al caos de tráfico, al alejamiento de las paradas de autobuses y taxis, a la imposibilidad de que un vehículo lo deje a uno en su casa cuando viene con maletas o con las bolsas del súper... Es Cuqui, el establecimiento de moda infantil de Carmen González de la Puente, miembro de la plataforma que llegó a reunir 11.513 firmas contra la peatonalización y que ahora, consumados los hechos tras once meses de obras, se mantiene en sus trece.

Asunción tiene nombre de dogma, que es algo que en Sevilla se estila mucho. Lo proclamó Pío XII en 1950 y desde entonces da nombre a la calle más querida y populosa del por aquel entonces naciente barrio de Los Remedios. "No te preocupes, que no voy cargada", desdramatiza una señora ataviada con el pañuelo que le echaron los Reyes, tres bolsas de plástico y un móvil que le sirve para tranquilizar a la familia, a falta de un bus 41 que la deje en su puerta. Justo por donde va andando había antes un coche en doble fila. Ahora sólo tiene que sortear a un señor sentado en un banco, un arbolito que empieza a dar sombra y un alcorque de fantasía ideal para dejarse uno el tacón de aguja, cuando le dé por usarlo. Es la primera vez que se oyen allí gorriones.

En el número 37 va a abrir una heladería; en el 39, un comercio de alimentación ecológica; en el 47, Los 100 Montaditos. Más la citada tienda de Manuel Garrido. "Esta calle va a ser muy buena", dice. Lleva un año mirando locales, pero sólo había dos con las características del que necesitaba. Y el de Nova Roma, claro, "pero pidiendo 24.000 euros al mes van a tardar un tiempo en alquilarlo". Él paga 3.500 y sólo le preocupan los portes. ¿Por qué no habilita el Ayuntamiento un horario de carga y descarga en esa calle, aunque sea de media horita? Difíciles de desentrañar los misterios de la política son, que habría dicho Yoda si hubiese sido el dueño de Casa Damas. Casa Damas es, por cierto, uno de los ocho locales cerrados en la calle Asunción. De entre muchos a lo largo de su historia: cerró el primer chino que hubo en Sevilla; cerró la boîte Turín, uno de los pocos neones parpadeantes de la Sevilla de los sesenta; lo hizo no ya Nova Roma, sino su germen del número 18, la pastelería Roma (desde entonces a la palabra chocolate se le han caído dos o tres letras). De aquellos primeros años quedan la mercería, el autoservicio Montiel, Echevarría y calzados Pibe, adonde los niños iban a lacerarse gustosos los talones a cambio de la pelota de goma que daban con los zapatos Gorila. No es la crisis, sino los años: hoy hay más del doble de tiendas que en sus mejores días: 110. "Los empresarios tienen poca paciencia", bromea Antonio Ruano, vecino, al entrar en su portal. "Aparte de meter en casa kilos y kilos de tierra, las obras no han sido un sinvivir. Me gusta cómo ha quedado. Sólo temo que vengan las botellonas, pero de momento lo que hay es mucha gente paseando", dice, mientras entra con cuidado para no arañar la cancela con la bici.

De compras:

Qué: En el tramo peatonalizado de Asunción hay 110 comercios: 24 de moda, seis bancos, seis de moda infantil, seis joyerías, seis zapaterías; tres ópticas y otras tantas tiendas de muebles, alimentación, regalos, camisas, telefonía, perfumería, lencería y bares. También puede encontrar alquiler de trajes de ceremonia, un bingo, decoración y textil hogar, dos farmacias, agencia de viajes, ortopedia, menaje, complementos, bolsos, librerías, electricidad, informática, mercería, juguetes, fotografía, pan y dulces, bisutería, calcetines y hasta una inmobiliaria, por si le da por mudarse aquí. Si necesita fondos para ello, sepa que también hay un despacho de loterías y un quiosco de la ONCE.

Un paseo: Pruebe los nuevos banquitos a la sombra. Haga lo mismo con el pan de la Tahona y los bollos de la Croissantería. Cómprele un regalito a la niña en Hello Kitty y celébrelo con una cervecita en Emilio. Diez tiendas están dedicadas a los niños, entre ellas la deliciosa Imaginarium. Todas las grandes marcas que usted ve en los factory están aquí con ropa de temporada. Y si necesita dinero (que lo va a necesitar), hay cajeros de La Caixa, Santander, Cajasol, BBVA, Banesto y Caja de Badajoz.

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