Ecologistas alertaron ayer de ataques esporádicos de buitres leonados en la provincia de Huelva ante la escasez de comida a la que se enfrentan debido a que, la normativa de la UE surgida a raíz del mal de las vacas locas, prohíbe "taxativamente" dejar en el campo restos de animales muertos, principal sustento de esta especie de buitre.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz onubense de Ecologistas en Acción, Juan Romero, explicó que los ganaderos están comenzando a sufrir los efectos de los ataques de buitres, aunque aclaró que ellos "no son los culpables" de lo que ocurre. Romero concretó que hay una finca en La Puebla de Guzmán (El Coto) en la que se concentran grandes cantidades de estos animales atraídos por el ganado.
A este respecto, detalló que los buitres, frente a la hambruna, acorralan a las reses, a las que le propinan picotazos que provocan que éstas se estresen y terminen muriendo de un ataque al corazón, momento en el que se convierten en el sustento del pájaro.
No obstante, Romero recordó que la finca El Coto fue precisamente denunciada la pasada primavera al encontrar en ella cantidades de veneno y seis buitres muertos. De igual modo, aclaró que, tras la denuncia pertinente, el caso está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción de Valverde del Camino.
Romero instó a la Consejería de Medio Ambiente a crear muladeros o comederos en los que estas aves necrófagas puedan alimentarse a base de los restos de los mataderos que, con los controles sanitarios pertinentes, se encargarían de llevar voluntarios.
Romero señaló que los buitres leonados, de los que existen en España una población aproximada de 22.000 ejemplares, están comenzando a emigrar ante la falta de comida "e, incluso, se han visto aves en países como Alemania o Francia, cielos por los que nunca habían sobrevolado", aseguró.
