Cultura

Atarazanas: Año I d. C.(aixa)

La Junta sigue sin presentar su proyecto para reabrir el astillero, para el que sólo La Caixa por ahora anuncia 10 millones. El PP mientras mete prisa, a la vez que Zoido rechaza poner dinero

el 09 dic 2013 / 22:16 h.

Vista de las Reales Atarazanas después de su reconstrucción. Vista de las Reales Atarazanas después de su reconstrucción. Hace justo un año que el consejero de Cultura lanzaba en una entrevista con este periódico el siguiente titular: “Si Zoido me pregunta por las Atarazanas, yo podría preguntarle por la Fábrica de Artillería”. Han pasado 12 meses y la antigua factoría militar de Nervión, propiedad del Ayuntamiento, sigue vacía pero al menos cuenta con un proyecto en ciernes: albergar en una de sus inmensas naves el Museo de Carruajes de la ciudad. El Consistorio negocia actualmente con esta institución privada para que se mude al inmenso edificio de Eduardo Dato a cambio de que restaure una parte del conjunto, mientras Urbanismo además espera poder rehabilitar y abrir alguna de las zonas de la fábrica durante el próximo año. Por contra, del futuro de las Atarazanas, un año después de aquella frase del consejero, poco se sabe. Cuando Luciano Alonso dijo aquello eran momentos convulsos. Habían pasado escasas semanas desde que La Caixa anunciara que no iba a encargarse del arreglo de las Reales Atarazanas y que se llevaba su proyecto estrella, el Caixafórum, a los bajos de la torre Pelli. Tras duros reproches y presiones por parte de la Junta, que amenazó a la entidad financiera con llevarla a los tribunales y reclamarle una indemnización millonaria, en marzo de 2013 llegó la paz. Ambas partes firmaron un acuerdo que incluía la recuperación y dotación de uso cultural del astillero medieval, por el que la antigua caja de ahorros aportaría diez millones para la rehabilitación del monumento, que albergaría un proyecto que la administración autonómica, titular del inmueble, consensuaría con el Ayuntamiento y la Fundación Atarazanas, pese a llevar meses trabajando en su propia idea –según aseguraba Cultura entonces–. Aquel pacto incluyó a la Fundación Cajasol, que invertiría 200.000 euros anuales en actividades en el futuro museo. Desde entonces, cada vez que se ha preguntado a la Consejería de Cultura por este asunto, la respuesta ha sido la misma: “Pronto anunciaremos el proyecto”. Sin embargo, en la reciente presentación de los presupuestos del departamento de Luciano Alonso para 2014 en el Parlamento, no hubo ninguna mención al futuro de las Reales Atarazanas ni se detalló ninguna partida destinada a su rehabilitación. Y esto pese a que los últimos trabajos de consolidación del inmueble se acometieron en el monumento antes de la cesión a La Caixa en 2009. Desde entonces, la administración no ha invertido en su conservación. Quien no está dispuesto a dejar que se olvide la promesa de Luciano Alonso de dar un uso definitivo al antiguo astillero es el PP. El Grupo Popular en el Parlamento ha pedido esta semana que el consejero aclare ante la Comisión de Educación, Cultura y Deporte cuál es el grado de ejecución en que se encuentra el mencionado plan para Atarazanas. El diputado Jaime Raynaud recuerda que Alonso “se ha comprometido a redactar un proyecto de rehabilitación y puesta en valor”, habiendo llegado a un acuerdo de colaboración con La Caixa para su contribución económica”, por lo que duda de que exista de veras dicho proyecto, según informa Europa Press. Desde Cultura indican a este periódico que se remiten a las últimas declaraciones del consejero, y añaden que se está trabajando en el proyecto y que Cajasol es la encargada de las actividades. Sin embargo, el presidente de esta fundación, Antonio Pulido, dijo a finales de septiembre que no había tenido más noticias de las Atarazanas desde que en marzo se firmara el acuerdo. Así las cosas, termina 2013 sin que de momento se sepa siquiera cuándo se presentará esa idea que rescatará del letargo a este colosal monumento, si se retomará la iniciativa de la Fundación Atarazanas de un crear un museo ligado al río o si se respetará el planteamiento arquitectónico de Guillermo Vázquez Consuegra, que estaba presupuestado en 25 millones. La Caixa quería mantener este diseño, repartiendo su coste con la Junta y el Consistorio, aunque éste último, en marzo, lo dejó claro: “La propietaria es la Junta, es su responsabilidad pagar la restauración”. Una contestación que, aunque no responde a la pregunta que le hacía Alonso a Zoido hace un año, deja en evidencia el difícil porvenir de las Atarazanas.

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