El futuro proyecto cultural para las Reales Atarazanas está muy verde. Aún se desconoce cómo se financiará y cuál será su presupuesto, más allá de los diez millones de euros que aportará La Caixa, según informaron esta mañana el secretario general de su Fundación, Lluís Reverter, y el director territorial de la entidad en Andalucía Occidental, Juan Reguera, que coincidieron hoy en una rueda de prensa con el consejero de Cultura, Luciano Alonso, que no quiso hablar del tema.
Los dos responsables de la entidad bancaria explicaron que tras firmar un primer acuerdo con la Junta, ahora tendrán que desarrollar los detalles. Aún no está decidido si el Ayuntamiento y la administración autonómica pondrán dinero, ni si se respetará el diseño de Vázquez Consuegra o se optará por otra fórmula de rehabilitación. Ni siquiera hay fecha para la próxima reunión ni se sabe si el monumento se abrirá pronto al público, puesto que la llave ya no está en poder del banco. Lo que sí está claro por parte de La Caixa es la "voluntad por sacar adelante" esta iniciativa, así como el Caixafórum en la torre Pelli.
"Se firmó el pacto con la Junta el otro día y en cuanto avancemos iremos contándolo", dijo Reguera, que hoy coincidió por primera vez con Luciano Alonso después de su sonado enfrentamiento.
Después de que en noviembre La Caixa pidiera a la Junta que le devolviera la fianza que pagó en 2009 por la cesión del edificio, y de que Cultura amenazara en diciembre a la caja con llevarla a los tribunales por incumplimiento del contrato de cesión del inmueble, ambas partes firmaron la paz la pasada semana y llegaron a un acuerdo para que el antiguo astillero medieval mantenga el uso cultural. De hecho, el banco catalán aportará diez millones para tal fin.
Pese a esto, parece que ninguno de los dos está interesado en mover más el tema, hasta el punto de que hoy 'huyeron' de las preguntas de los periodistas en la rueda de prensa.
Tras soltar sus discursos institucionales, y cuando llegaba el turno de la comisaria de la exposición, hicieron el primer intento por abandonar precipitadamente la mesa para hacer una visita guiada por la muestra. Las protestas de los medios de comunicación audiovisuales, que necesitaban recoger las declaraciones de la comisaria a través de los micrófonos instalados en el atril, les obligaron a volver a sentarse. Pero inmediatamente después de la explicación artística, repitieron la jugada sin admitir preguntas.
Posteriormente, Cultura, a través de su servicio de prensa, comunicó a los medios interesados que Luciano Alonso no respondería a cuestiones ajenas a la exposición. Con La Caixa pasó igual en un primer momento, aunque finalmente accedieron a atender a los medios. Reguera y el secretario general de la Fundación La Caixa, Lluís Reverter, dieron la cara y aportaron los datos de los que disponían.
