Con la cara oculta y armados con lo que parecía una escopeta de cañones recortados y con una navaja, dos varones atracaron a primera hora de ayer la sucursal de Correos de la calle Éfeso, en el Polígono San Pablo, y se llevaron unos 800 euros. Nadie resultó herido.
Los dos atracadores llegaron a la estafeta de Correos situada en la esquina de la calle Éfeso con Jerusalem -justo al lado de una sede conjunta de las policías Nacional y Local-, en torno a las nueve y cuarto, poco después de que ésta abriera sus puertas a las ocho y media de la mañana. Llevaban puestos cascos para evitar que nadie pudiera verles la cara, y mientras el de la escopeta permanecía en el exterior del edificio, el segundo entró con la navaja y obligó a los empleados a darle el dinero que tenían a mano, que metió en un macuto antes de marcharse. Según las primeras estimaciones, no sería una cantidad de dinero demasiado elevada, sino en torno a los 800 euros.
Durante el asalto, que sufrieron los siete empleados que se encontraban en la oficina en ese momento y algunos clientes, "pocos" según una portavoz de Correos, no se produjo ningún disparo, según confirmaron fuentes policiales. De hecho, el que fuese el de la escopeta el que se quedó fuera hace dudar a los investigadores de que fuese un arma real.
Después, los dos ladrones huyeron a bordo de un ciclomotor en dirección a Kansas City.
El asalto fue muy rápido y "no fue violento", según Correos, que insistió en que ni trabajadores ni clientes sufrieron ningún daño y añadió que la oficina sólo permaneció cerrada entre las nueve y las once de la mañana, y a partir de entonces volvió a funcionar con total normalidad.
En las dependencias existe una cámara de seguridad, cuya cinta podrá ser utilizada por el Grupo de Atracos de la Policía Nacional, que se ha encargado del caso, para investigar el suceso, del que anoche se desconocían más detalles puesto que todavía no se había presentado la denuncia formal ante la Policía.
