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"Aún no es el momento de ser presidente del Sevilla"

El vicepresidente de la entidad, José María del Nido Carrasco, concede su primera entrevista desde que su padre dejó el club.

el 14 oct 2014 / 09:50 h.

SEVILLA FC 14-15 José María del Nido Carrasco, en la Plaza Nueva. Foto: Manuel Gómez.       El hijo del expresidente y uno de los referentes del actual consejo desgrana en la primera entrega de una entrevista exclusiva cómo ve al club, cómo se encuentra su padre, su relación con José Castro y su futuro a largo plazo. —La primera pregunta no es sencilla para usted, ¿cómo está su padre? —Como comprenderá es un tema del que no me gusta hablar a nivel público. Como hijo estoy sufriendo, como no puede ser de otra manera, por la situación que vive mi padre privado de libertad. Él está viviéndolo de la mejor manera posible, dentro de la situación en la que está. —¿Cómo vivió la victoria en Europa League de Turín? —Hablar de cómo ha vivido los éxitos es fácil. Él es sevillista y lo va a ser siempre, esté donde esté. Ha disfrutado como un cochino en un charco con el nuevo título del club. Pero ahora mismo está centrado en cumplir la sentencia que lo condenó y en devolver al dinero al Ayuntamiento de Marbella, como estamos haciendo. Como comprenderéis es un tema con el que estoy sufriendo una barbaridad. —¿Se le mira desde un prisma diferente por el apellido que tiene? —No me preocupa. Desde que nací me llamo José María del Nido. Eso me ha traído en la vida cosas positivas y cosas negativas. Comparaciones como si soy mejor o peor que mi padre, generalmente diciendo que soy peor. También me ha traído muchas cosas positivas porque me ha abierto muchas puertas. Estoy en el consejo de administración representando un paquete importante de acciones. Como hijo me siento muy orgulloso de llamarme José María del Nido. Que me miren con lupa y esté en una continua comparación es normal. Es que mi padre como presidente del Sevilla lo ha hecho tan bien... Igual que me pasa en el mundo de la abogacía. Esa comparación está día a día y en la gente. Sin querer ser borde, me da igual la verdad. —Nunca ha ocultado que le gustaría algún día sentarse en el sillón presidencial. —No os lo voy a negar y siempre que me han preguntado lo he dicho. Me encantaría ser presidente del Sevilla, pero a día de hoy no ha llegado mi momento. Me tengo que centrar en ser vicepresidente ahora mismo y representar el paquete que represento. Y ayudar al presidente actual en todo lo que pueda. —Pero, ¿piensa que tarde o temprano va a llegar su momento de acceder a la presidencia? —Si me va a llegar no lo sé, pero a mí me encantaría. Al final esto es una sociedad mercantil. Tiene que ser el día que yo quiera, y ahora mismo ni quiero ni lo veo en un futuro cercano. No ha llegado mi momento. Que las cosas confluyan para el día de mañana serlo es una ilusión. Lo he visto toda mi vida y me encantaría. Pero ahora mismo no. Lo que me ocupa ahora mismo es ayudar a Pepe en todo lo que pueda. —Precisamente sobre eel presidente le queríamos preguntar ahora. ¿Es José Castro la misma persona que hace diez meses cuando asumió el bastón de mando? —Es como cuando me preguntas por algo relacionado con mi padre, soy subjetivo. Yo a Pepe lo conozco de toda la vida y lo llevo viendo desde siempre. Es amigo de mi padre, socio de mi padre. No le he notado ningún cambio. Está en un puesto diferente, pero Pepe sigue siendo Pepe. El que llevo conociendo tantísimos años. —¿Se imaginaba que tras la salida de una persona de la fuerza de su padre el club seguiría caminando igual? —Cuando estás en un club de fútbol planeas las cosas a largo plazo, pero no sabes lo que va a pasar. ¿Qué me demuestra a mí eso? Pues que el proyecto era muy sólido, las cosas se estaban haciendo muy bien y se continuaron haciendo igual para que no se estropeara lo que habíamos construido. Se fue José María del Nido Benavente, pero se quedó José Castro, volvió José María Cruz, siguió Monchi… La verdad es que no me esperaba ganar un título siguiera o no el anterior presidente. Me alegró saber que la entidad estaba preparada para seguir del mismo modo. —Fue precisamente su padre el que acuñó la famosa frase: “No hay nadie imprescindible”. —Al final las personas vamos y venimos. Vendrán unos y otros y la entidad seguirá marchando. Con el paso de los años se verá lo que ha hecho cada uno al frente de la entidad. Al final el Sevilla Fútbol Club es muy grande, independientemente de la persona que lo regente. —Por no salirnos de la familia, ¿qué opinión le merece toda la polvareda que se levantó este verano con el hecho de que su hermano esté en Promosport? —Nosotros convivimos con la prensa y de forma pacífica. Además saben que me llevo bien con muchos de ustedes. Hay veces que hay informaciones con las que no estamos de acuerdo porque no son ciertas. Te pueden llegar a molestar. Mi hermano Adrián hace unos años acabó la carrera de derecho. Su ilusión era dedicarse a ser representante. Mi hermano, dentro de esa empresa, no es nadie importante. Monchi busca un jugador y sea de la empresa que sea se firma. Trabaje quien trabaje en esa empresa vamos a firmar a los futbolistas que creamos que necesitamos. —¿No cree que la temporada está vacía sin el derbi? ¿Echan de menos al Betis? —A nivel institucional, de ciudadano de Sevilla e incluso a nivel personal no le deseo nada malo al Betis. Quiero que el Betis esté en Primera porque es el sitio que se merece y es bueno para la ciudad. Claro que se echa de menos un derbi. La guasa de esos partidos siempre se echa de menos. Esperemos que sólo sea por este año. Como dirigente en un palco se pasa una jartá de mal. Y si encima en vez de ser un Sevilla-Valladolid es un Sevilla-Betis, pues ni les cuento. Me encantaría que el Betis estuviera en Primera. —Su padre fue inflexible con los violentos y tuvo bastante problemas con los Biris. ¿Cuál es su punto de vista? —Debemos diferenciar a los violentos de los Biris. Desde el consejo de administración luchamos, de la mano de la Policía, para que los violentos no tengan cabida en el Sánchez-Pizjuán, ni en el fútbol ni en la sociedad. Por otro lado, nosotros consideramos que los Biris son el alma de Nervión. Animación, apoyar al equipo, colorido, banderas... como comprenderán es todo que sí. Lo que no podemos tolerar es la violencia dentro del estadio. —¿Vio lo de la gasolinera de Extremadura? —Sí, vi el vídeo, pero no identifico como sevillistas ni Biris a ninguno. No sé si son de Sevilla o de Badajoz. Lo único que puedo decir es que los Biris son el alma del sevillismo.

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