Hace hoy seis días, varios de los trabajadores del servicio municipal de grúas recibieron un escrito firmado por el gerente de la sociedad Aussa en el que les instaba a no acudir a sus puestos de trabajo, sin que esto repercutiera en sus salarios. El motivo, los problemas con el parque municipal de grúas, que se han agravado tras el accidente mortal de uno de los trabajadores, y que han obligado a contratar un servicio externo de alquiler para la retirada de vehículos.
"Por razones ajenas a nuestra voluntad -comienza el escrito- no resulta posible el desarrollo de la actividad y funciones propias correspondientes a sus puestos de trabajo. Es por ello que se autoriza su no presencia en el centro de trabajo para la realización de su jornada, calificando la situación como permiso retribuido".
El documento, remitido a muchos de los conductores, su-braya que la no asistencia al servicio no tendrá una repercusión económica sobre los empleados: "Se les garantiza el abono de su salario correspondiente a los turnos de trabajo que tuviera asignados y que el periodo de inactividad, considerado como un permiso retribuido, no supondrá un descuento en el cómputo de sus vacaciones".
La propia empresa señala que se ha optado por esta fórmula para evitar una suspensión de los contratos de los trabajadores y para reducir "el riesgo de accidente" de los desplazamientos al centro de trabajo.
La medida se empezó a aplicar el pasado 10 de septiembre, cuando los problemas con las grúas, muchas de las cuales no pasaron la ITV, dejaron a la ciudad prácticamente sin vehículos. Su finalización depende de los informes encargados por la Delegación de Movilidad para comprobar la legalidad de las grúas municipales y que el contrapeso que, según los primeros indicios, causó la muerte a un operario esté debidamente homologado. Mientras no haya garantías seguirá el servicio en alquiler.
