Una auténtica avalancha de ayuda, solidaridad y generosidad con los más necesitados. El comedor social del Pumarejo, gestionado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, ha recibido en apenas cinco días más de 5.000 kilos de alimentos procedentes de hermandades, cáritas parroquiales, supermercados y, sobre todo, sevillanos anónimos que han desfilado «en procesión continua» por la sede de esta institución benéfica para aportar sus donaciones, bien en forma de víveres o de donativos en metálico. «La hermana de la portería está impresionadísima con la extraordinaria respuesta de los sevillanos» al llamamiento realizado por un voluntario del comedor a través de las redes sociales, comentaba ayer Sor Isabel, la directora de la comunidad. Si la hermandad de la Hiniesta entregaba el miércoles 400 kilos de alimentos, la de Santa Marta anunciaba anoche que habían recolectado más de 2.600 kilos con destino al comedor durante dos días de recogida en su casa de hermandad. «Queremos dar las gracias a los sevillanos en nombre de los pobres. Estamos muy agradecidas y emocionadas con la respuesta de los sevillanos, sobre todo gente de clase media para abajo que han hecho un esfuerzo para traer 4 o 5 kilos de comida. Solo los pobres salvarán a los pobres, decía nuestro fundador».