Tres claves esconden las últimas palabras de Manuel Chaves respecto a la configuración del mapa financiero regional. Por un lado, dejan muy claro que es objetivo irrenunciable la creación de una gran caja -que no única- en Andalucía, y ha de concebirse en los próximos tres años, antes de los comicios autonómicos de 2012.
Por otro, un auténtico aviso para navegantes, a quienes niegan la posibilidad de un maridaje a tres, léase Unicaja, Caja Castilla-La Mancha y Cajasol, y han hablado de ir por libre o de abordar operaciones bien distintas. Y, por último, tratan de abortar procesos similares al emprendido por las entidades malagueña y conquense.
Días antes de que este periódico informara sobre los contactos entre Unicaja y CCM, Chaves, en un foro organizado por Cinco Días, se mostró partidario de fusiones financieras interregionales, es decir, entre cajas de ahorros con sedes sociales en comunidades distintas, una experiencia hasta entonces nunca vista, y he aquí que aflora esa operación manchega. Ayer, en cambio, desechaba repetir el ensayo, esta vez con otros protagonistas, Cajasol y Caja Badajoz o Caja Extremadura, o los tres al unísono. No está por la labor.
De hecho, y al igual que Unicaja en la región manchega, la entidad presidida por Antonio Pulido está presente en la comunidad vecina, en especial en la provincia pacense, y en negocios agroganaderos que vinculan a ésta y la onubense. Esta ligazón no disgusta al Banco de España, el runrún está en el aire.
Mientras, Pulido ya se ha mostrado en contra de sumarse al matrimonio Unicaja-CCM, al que ha deseado todos los éxitos, ante la complejidad que entrañan los procesos de fusiones -el de Caja San Fernando y El Monte se cerrará en mayo, dos años después de iniciarse-. "¿Por qué no va a ser posible?, advierten en San Vicente.