A pesar de la crisis, el aficionado almeriense Antonio Segura se ha propuesto que Ayamonte tenga su festival de flamenco. Dedicado a la mujer, actuarán Rocío Segura, Manuel Cuevas, Antonia López, Javier Rivera y El Choro.
Hay ciudades andaluzas donde no hay tradición de festivales, y Ayamonte es una de ellas. Tampoco ha dado artistas flamencos de renombre, salvo Antonia López, madre de la cantaora almeriense Rocío Segura, y el célebre Pitingo. No hay que olvidar al gran ilustrador Prudencio Navarro, en cuya obra destacan los motivos taurinos y flamencos. Ni a esos cantaores anónimos que son maestros en lanzar al aire los fandanguillos de la tierra, el bello cante de Huelva que habla del mar, el llano y la sierra.
Antonio Segura, padre de Rocío Segura y uno de los mejores aficionados de Almería, quiere que Ayamonte tenga su festival de flamenco y, en época de crisis, se ha embarcado en la aventura de organizar esta primera edición sin apenas apoyo económico y con la condición de que los artistas vayan a taquilla. Ni más ni menos que lo que hacen las grandes figuras del cante, aunque sabiendo que llenan los teatros.
Existe ya el compromiso por parte de los responsables de Cultura del Ayuntamiento de Ayamonte de institucionalizar el festival incluyéndolo en los presupuestos municipales del próximo año. Pero mientras eso llega, esta noche sonarán los cantes en la Punta del Moral gracias a la iniciativa de un hombre que ni siquiera es de la tierra, Antonio Segura, aunque se casó con una mujer de Ayamonte, Antonia López, para traer al mundo a una excelente cantaora, Rocío Segura, la mejor voz de Almería.
El I Festival Flamenco de Ayamonte, que tendrá lugar esta noche en el Colegio Público Virgen del Carmen, en la Punta del Moral, está dedicado a la mujer y contará con cuatro voces, cuatro guitarristas, un bailaor y dos palmeros. Son Antonia López, Rocío Segura, Manuel Cuevas, Javier Rivera, El Choro, José Luis Postigo, Niño de las Cuevas, Manolo Herrera y Juan Campallo.
Antonia López canta desde que era una niña pero lleva pocos años subiéndose a los escenarios. Lo hace con una naturalidad pasmosa, con la misma que han cantado siempre nuestras madres. En otros tiempos habría hecho carrera junto a aquellas artistas que se hacían tirabuzones en la voz, cantaoras como la Niña de La Puebla o Gracia de Triana. Es lo que hace también su hija Rocío, dueña de una garganta preñada de melismas y arabescos.
Manuel Cuevas es uno de los cantaores actuales con mejores condiciones para cantar flamenco y tiene ya un bagaje profesional importante, como la consecución hace años de la Lámpara Minera de La Unión.
Javier Rivera, hijo de Antonio el Pichichi, es un fenómeno al que tiene que llegarle su oportunidad. Y El Choro es el bailaor que Huelva necesitaba. No olvide esta cita flamenca.
