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"Ayuntamiento y Sacyr no se tomaron los problemas técnicos de Metropol en serio"

Jürgen Mayer y Andre Saner, los responsables del proyecto Metropol Parasol, admiten que detallaron el proyecto después de presentarlo al concurso pero «todos lo sabían».

el 15 feb 2010 / 21:56 h.

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Las obras de las setas de la Encarnación.

-Hace ahora un año hablamos aquí mismo, en su estudio, del proyecto estrella de su buró. ¿Se ha convertido el sueño en una pesadilla?
-(Jürgen Mayer) El Metropol Parasol sigue siendo nuestro proyecto más importante, aunque a veces me siento haciendo spagat [se trata de uno de los ejercicios de flexibilidad mas importantes para ampliar el ángulo de apertura que pueden realizar las piernas] entre el casco histórico, la integración arqueológica y la vanguardia.

-¿Cree que éste sigue siendo el proyecto más importante del mundo?

-(J.M.) Sí, hay mucha atención internacional puesta sobre el proyecto.

-¿Podría explicarle a los ciudadanos la razón de tantos retrasos?
-(J.M.) Son muchas las razones que lo explican. En primer lugar, existen razones políticas, pero también financiero-técnicas y, por supuesto, de tipo tecnológico. Por ejemplo, cuántos obreros hay trabajando sobre el terreno y cuánto dinero hay para invertir mensualmente en realizar la obra. Después, a éstos se le añaden los problemas tecnológicos que van surgiendo. También entran en juego razones políticas como cuándo y cómo deben estar terminadas las cosas para que se puedan presentar a la opinión pública.-Últimamente se ha dicho que este proyecto era técnicamente imposible.-Se trata de una clara simplificación. Siempre hay multitud de maneras de construir un proyecto arquitectónico. Depende de los costes, la ejecución, los materiales, las razones estéticas... a las que se pueden dar numerosas salidas o soluciones. Al final, [el Ayuntamiento de Sevilla] optó por decidirse por la opción que apostaba por el uso de las tecnologías más punteras. El proyecto es, en ese sentido, uno de los más innovadores del mundo.

-¿Tiene miedo de que haya consecuencias jurídicas o económicas contra usted o contra su estudio?
-(J.M.) Las noticias me han llegado a través de la prensa y no sé con qué argumentos se puede atacar a nuestro estudio...

-Por los retrasos.

-(J.M.) Entonces deberían empezar por ellos mismos, hacer autocrítica y ver por qué se están dando estos retrasos.

-Se ha dicho que presentó el proyecto como un mero dibujo, pero sin una fundamentación técnica sólida.
-(André Santer) Había una propuesta técnica, pero no tan escrupulosamente detallada como para solucionar cualquier problema [que se pudiera producir].
(J.M.) Desde el principio hemos trabajado con Arup, nuestros ingenieros. Durante el concurso y justo después del concurso, estaban desde el principio en el proyecto. Eso quiere decir que toda opción que propusimos ya estaba prácticamente discutida con los ingenieros. Tenemos una absoluta confianza en nuestros servicios de ingeniería no sólo para este proyecto, sino también para los otros que tenemos sobre la marcha. Con Arup todas las propuestas fueron debidamente acompañadas de sus soluciones. Sin embargo, la complejidad del proyecto es tal que eso no quiere decir que por fuerza cualquier aspecto cuente con un perfil de cobertura, esto quiere decir que se pueden presentar dificultades que se han de solucionar en el momento en el que éstas surgen. Es algo que sucede también con la construcción de cualquier casa, no es nada particular, aunque [se nota] más aún tratándose de un complejo proyecto como Metropol Parasol.

-Se le culpa de haber llevado a cabo la redacción del proyecto de ejecución una vez presentada la propuesta

-(A.S.) Sí, primero se hizo la propuesta, todavía no había un proyecto detallado de lo que se debía hacer, pero era algo que estaba claro y que todos sabían.
(J.M.) Yo añadiría que al principio no se tomó demasiado en serio un tema que desde el principio había que dejar claro: había que depurar soluciones a una serie de problemas. Quiero decir que el contratista de obras subestimó la complejidad del proyecto y no se pusieron a tiempo a estudiar estos problemas. Y cuando esto se hizo, ya era demasiado tarde, se cayó en la cuenta entonces de que eran más complejos de lo que se esperaba y que se había perdido un tiempo precioso.

-Andre señalaba antes que había problemas que se habían infravalorado por completo por parte del Ayuntamiento y del contratista.

-(A.S.) Ese riesgo lo explicamos claramente y no lo tomaron en serio. Dijeron que era algo normal y que se solucionaría sin problemas y ni el Ayuntamiento ni Sacyr se pusieron a solucionar los problemas a tiempo.
(J.M.) No es que dijéramos que no se pudiera construir. Se puede construir y además de cinco maneras diferentes, sólo que hay que hacerlo realidad financieramente, con los plazos, etcétera. La resolución de los problemas técnicos que han tenido lugar en el Metropol Parasol es lo que más tiempo ha llevado del que se creía, pero, sobre todo, porque Sacyr y la Gerencia de Urbanismo lo afrontaron demasiado tarde.

-Ustedes opinan que estaba claro que los costes del proyecto podían subir.
-(J.M.) Que los costes adicionales se vayan añadiendo es algo normal, que ocurre en cualquier lugar del mundo.

-Tras la caída del techo de aquel polideportivo alemán, las medidas de seguridad en la construcción han aumentado.-(A.S.) Hay muchísimos más controles de calidad que antes.

-¿Exagera el Ayuntamiento de Sevilla con las medidas de seguridad que exige? Se dice que éstas se han duplicado ahora respecto a las que había antes.
-(A.S.) Sí, por supuesto. Es algo muy normal, en dos años no lo habían hecho y ahora sí, así de simple. Han empezado a controlar. A mí me sorprendió mucho que al principio no controlaran.
(J.M.) Controlan la obra, controlan la calidad de la madera.

-Me refiero a las estructuras de las setas...
-(J.M.) Ahora es normal, antes es que no había control de ningún tipo.

-¿Sigue pensando que es un buen proyecto para la sociedad sevillana?
-(J.M.) Sí, por supuesto, no sólo para Sevilla, sino para todo el mundo. El proyecto del Metropol Parasol acapara una atención internacional y se espera no sólo la más alta calidad en la realización, sino también en los efectos sobre la ciudad como espacio global. Es una arquitectura innovadora en su combinación de arqueología y función pública. Va a ser un lugar muy peculiar, sobre todo en Sevilla, que es una ciudad muy viva que permanece activa las 24 horas del día y que es especialmente viva por la noche.

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