Cuatro impulsos fundamentales tuvo Andalucía en las últimas tres décadas y los cuatro están en peligro: la autonomía política, la integración europea, el modelo social y la igualdad de oportunidades. Así concibe Griñán el actual estado de la comunidad, con riesgos aquí y allá.
Por lo pronto, criticó el "egoísmo" del nacionalismo periférico, sobre todo de Cataluña -"que ya cansa", lamentó- pero también el "egoísmo" centralista, el que impera en Madrid, en el Partido Popular y en la fundación FAES, presidida por José María Aznar. Éste, comentó Griñán, ha unido su esfuerzo al de los catalanes de CiU para ir "contra Andalucía", y aquí se despachó a gusto contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, por sus declaraciones cuestionando la autonomía histórica de la región andaluza.
El jefe del Ejecutivo regional, en este sentido, diferenció los nacionalismos periféricos, cuya crítica a Andalucía se basa en el argumento de que ellos ponen más dinero y nosotros menos, del centralismo de derechas, con una visión peyorativa de los andaluces, "como si fuéramos inferiores y no supiéramos criar siquiera a nuestros niños". Y aquéllos y éste, sentenció, se han unido para hablar de la insostenibilidad del Estado de las Autonomías.
Sobre la integración en la UE, que a la comunidad andaluza "le vino de rechupete", lamentó que la política monetaria (una divisa común) no venga acompañada de una gobernanza económica real, pues se ha demostrado que por sí sola, aquélla ni defiende ni protege a los socios ante los ataques de los mercados financieros. El resultado, menos Europa.
No dudó en arremeter contra la canciller de Alemania, Angela Merkel, por obstaculizar la ayuda europea a Grecia, 12.000 millones de euros cicateros sin los que este país podría ir a la quiebra. Y también cargó contra las agencias internacionales de rating (calificación), cuya actuación en esta crisis calificó de vergonzosa. Al respecto, recordó el fracaso de la UE al concebir, en tiempos en los que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, propuso la refundación del capitalismo, la idea de agencias públicas y no privadas como Fitch, Moody's y S&P, que cobran por sus notas.
Sobre el modelo social, Griñán apuntó que no se puede hablar de que la economía mejora cuando las condiciones de la sociedad empeoran, en una clara referencia a los severos recortes sociales que deparan rescates como el de Grecia. Estado del Bienestar en riesgo. Eso sí, advirtió de que el modelo de crecimiento de la economía debe basarse en la competitividad, y no en los costes sociales, e hizo una defensa pública de la labor de los sindicatos, pues si no existieran, el mercado laboral "sería una selva".
Y, por último, el presidente regional se refirió a la igualdad de oportunidades y advirtió de que ha habido durante la crisis cierto "repliegue" en la lucha por la igualdad de género.
“No se controla la cifra y calidad de Marruecos”
En la Junta de Andalucía hay satisfacción tras el traspié sufrido por el nuevo tratado agrícola entre la Unión Europea y Marruecos, que perjudica a las frutas y hortalizas d de la comunidad andaluza, puesto que la Eurocámara podría votar en su contra tras la recomendación en este sentido de la Comisión de Agricultura de esa institución comunitaria. José Antonio Griñán eludió criticas al Ejecutivo europeo por concebir el acuerdo agrícola, “hace bien lo que hace”, y encuadró la polémica en la falta de controles en las fronteras comunitarias sobre las exportaciones hortofrutícolas marroquíes. El problema estriba no tanto en los cupos como en que éstos no se respetan, de ahí que Marruecos exporte más de las cantidades asignadas. “No hay control fronterizo ni sobre los volúmenes ni sobre la calidad”.
