Bacca, Ciudadano Ilustre en su tierra natal (Foto: El Heraldo) El Sevilla se ha encontrado con un problema en la figura de Carlos Bacca. El colombiano, uno de los jugadores revelación de la pasada temporada y base fundamental en el campeón de la Europa League, se marchó de vacaciones con la idea de que su buen año debería ser tenido en cuenta. Los representantes que lo trajeron de Bélgica a Sevilla ya no están trabajando para él. En estos momentos, Bacca no cuenta con ningún agente de confianza, y a su vez cuenta con todos. Varios intermediarios y agentes FIFA lo están ofreciendo a grandes clubes europeos. Inglaterra (Everton) e Italia (Inter) son los mercados que se han interesado por el internacional, pero la intención del Sevilla no es desprenderse del goleador. Sus 21 goles en la pasada temporada son irremplazables. Sólo una oferta mareante haría que en la planta noble del Sánchez-Pizjuán se lo planteasen, aunque prefieren que ni llegue dicha oferta. Suplir a Bacca y encontrar un futbolista que ofrezca un rendimiento parecido es casi imposible. Dentro de las novias que han aparecido para el suramericano, El Inter es el club, según fuentes italianas consultadas por El Correo de Andalucía, que más interés está poniendo en la contratación del 9 sevillista. Se habla de una primera oferta de 12 millones de euros, aunque desde el Sevilla dicen no conocer ninguna oferta. Al director deportivo le ha llegado algo acerca del deseo interista, pero no hay nada en claro. Esas mismas fuentes hablan de que el Sevilla podría dejar salir al jugador entre 18 y 20 millones de euros (su cláusula alcanza los 30). Una enorme suma, pero con el inconveniente de que el club perdería a uno de sus futbolistas referencia. La salida de Rakitic ya ha dejado un poco tocado este panorama, por lo que otra venta de una pieza fundamental podría suponer un fuerte golpe al vestuario y la afición. Todos estos movimientos, teniendo en cuenta el mundo del fútbol y los intereses que se manejan, también están propiciados por el propio jugador. Bacca llegó al Sevilla por algo más de siete millones de euros, aunque a nivel internacional no era un jugador reconocido. Otro descubrimiento de la factoría Monchi. Pese a no tener el cartel de gran estrella, se le hizo un buen contrato por cinco temporadas. Sin embargo, sus emolumentos están lejos de los de su compañero Gameiro, por hacer una comparación con un jugador de sus mismas características y prestaciones. Iago Aspas también ha llegado a Sevilla ganando más dinero. Ha rebajado lo que cobrara en Liverpool, pero aun así ha pasado a ser uno de los mejor pagados del vestuario. Todas estas circunstancias hacen que Bacca espere que el Sevilla le reconozca sus 21 goles (14 en Liga y 7 en Europa) con una mejora importante de su ficha. De no acometer el club nervionense esta operación, los intermediarios del colombiano tienen preparadas un puñado de ofertas para hacer ver al Sevilla que tienen dos vías para desbloquear esta situación: la mejora o la venta. El Sevilla, por su parte, no suele actuar ante la presión de los futbolistas. El caso Rakitic fue diferente al quedarle un año de contrato. Esto no implica que a partir del día 31 de julio, fecha en la que el delantero tiene que estar en Sevilla, el club pueda sentarse con él a iniciar unas conversaciones que tranquilicen al ariete. No le beneficia nada al equipo que dirige Unai Emery que uno de sus puntales baje su rendimiento deportivo por una insatisfacción o intranquilidad económica. Se podría asemejar el caso a lo que ya se vivió en su día con Luis Fabiano, jugador al que el expresidente Del Nido retuvo en la plantilla pese a sus constantes llamadas al despacho del abogado con ofertas importante del extranjero y la Liga española. El otro delantero que aterrizó la pasada temporada en Sevilla y realizó una temporada igual de impresionante que Bacca es Kevin Gameiro. El futbolista galo, pese a su reciente recaída de la lesión en la rodilla, también está siendo seguido por clubes europeos. El West Ham preguntó por su situación (llegando a ofrecer 15 millones) pero el Sevilla remitió a la cláusula del francés: 40. Una forma de alejar a una Premier que se mueve a golpe de talonario por el resto de ligas. Bacca y Gameiro, dos goleadores de moda en Sevilla y Europa. El club les cierra la puerta de salida. Son indispensables para el futuro de la entidad y la caja está repleta de euros. No hace falta vender.