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Bacca, de vender pescado y picar billetes en Barranquilla hace cinco años a estrella de la Liga

El colombiano debutó en el fútbol profesional hace cinco años, con 22, mientras ayudaba a su padre a vender pescado y trabajaba de cobrador en un autobús de linea. El miércoles fue el verdugo del Madrid en la Liga con sus dos goles.

el 27 mar 2014 / 18:57 h.

BaccaOK Bacca celebra su segundo gol al Madrid el miércoles. A la derecha, pescando en su Puerto Colombia natal, en el Caribe. El colombiano Carlos Bacca se está confirmando como el mejor fichaje de la Liga española 2013/14. Y eso que llegaron futbolistas como Gareth Bale o Neymar que rondaron los 100 millones de euros. El colombiano del Sevilla FC, que lo fichó el pasado verano del Brujas por 7 millones de euros, fue el verdugo del Real Madrid el miércoles en el Sánchez-Pizjuán y ya suma 19 goles, 14 en Liga y 5 en la Europa League, que le convierten en el fichaje más rentable del fútbol español esta temporada. Bacca cumplirá 28 años el próximo mes de septiembre y sus comienzos en el fútbol no fueron nada fáciles. Hace apenas cinco años vendía pescado para ayudar a su padre –Gilberto, apodado el Peluca- en Barranquilla, cerca de su Puerto Colombia natal, donde también picaba los billetes en un autobús de línea, mientras compatibilizaba sus entrenamientos en el Junior de Barranquilla, donde se formó y dio el salto al Brujas. Hoy es una de las grandes figuras de la Liga de las Estrellas y comparte honores con Messi, Cristiano Ronaldo y compañía. “Es cierto, a nivel profesional debuté con 22 años en 2009. Me dio la oportunidad el profe Comesaña en Juniors. El día que debuté faltaban 20 minutos para el final y el partido estaba igualado a cero. Comesaña me sacó y la grada me abucheó porque no entendía el cambio. Nadie conocía a Bacca y las dos primeras pelotas que toqué las metí dentro. Ese día cambió mi vida. Me asenté en el profesionalismo y dejé de trabajar en el autobús de línea entre Barranquilla y Puerto Colombia. Iba de banca en banca cobrando a la gente. La vida no es fácil para una familia humilde y había que colaborar”, rememoraba Bacca hace escasas semanas, en una entrevista de Rafael Pineda en El País. BUSCESCA El autobús en el que trabajaba Bacca de cobrador. Cada vez que marca un gol, Bacca se arrodilla y levanta los brazos al cielo para dar gracias a Dios. “Creo en Dios y lo llevo en mi corazón. Él me dio las cualidades para jugar al fútbol y por eso cada vez que marco elevo mi vista al cielo. Cuando empecé mi carrera tuve algunos percances, algún resbalón de mala conducta que pudo frustrar mi carrera. Cometí errores graves. Me equivoqué. Dios me mostró el camino, me apartó del mal. Me había costado tanto llegar que hubiera sido una pena tirarlo todo. Logré salir adelante porque para ser un buen futbolista hay que cuidarse a lo largo de toda la semana y comportarse un buen profesional”, comentaba Bacca en esa misma entrevista.

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