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Otro viaje de regreso con la cara colorada

El Sevilla dilapida una ventaja de 0-2 en los últimos diez minutos del partido y sigue sin ganar fuera de casa después de 13 meses.

el 20 oct 2013 / 23:57 h.

VALLADOLID - SEVILLASi alguien quiere saber cómo se puede hacer el mayor de los ridículos en un partido de fútbol lo tiene fácil: que vea el partido que jugó el Sevilla en Valladolid el domingo 20 de octubre del año 2013. Después de 13 meses sin ganar fuera de casa y cuando todo parecía que los tres puntos serían para el Sevilla, los de Emery recibieron un enorme zas en toda la boca en forma de dos goles en tres minutos de los vallisoletanos Manucho (81’) y Ebert (83’). De nuevo, los sevillistas emprenderán un viaje de vuelta con la cara colorado lamentando más puntos perdidos de forma absurda que siguen manteniendo al equipo en tierra de nadie. Y que conste que la primera parte de los sevillistas fue bastante buena, de ahí que el ridículo sea aún mayor. Emery propuso un once ambicioso y con la clara idea de ir por el partido desde el minuto uno. Puso sobre el José Zorilla una defensa de tres –Navarro, Cala y Pareja– y alineó como carrileros a Diogo por la derecha y al internacional Moreno, por la izquierda. Vitolo y Jairo ocuparon la mediapunta y el colombiano Bacca fue la referencia en ataque. Y el ridículo es aún mayor porque los de Emery se pusieron por delante en el minuto dos de partido. Bacca cazó un balón sobre el borde del área y no se lo pensó dos veces. Pegó un zapatazo y mandó un obús a la red de Mariño. A pesar de la ventaja en el marcador, el Sevilla no se echó atrás como un equipo amarrategui cualquiera y siguió presionando muy arriba para intentar poner tierra de por medio cuanto antes y llevarse, por fin, una victoria para casa. ficha Y el ridículo es aún mayor porque gracias a un zurdazo enorme de Alberto Moreno a la salida de un corner lo logró y se puso con una ventaja de dos goles ante un equipo que apenas inquietaba la portería de Beto y que se veía casi incapaz de hilar el juego y poner en aprieto a los de Emery. De hecho, durante los primeros cuarenta y cinco minutos no pusieron en aprietos al portero sevillista ni una sola vez. El Sevilla se mostraba muy solvente, seguro y sólido y salía con una gran rapidez a la contra que pudo haber ampliado el marcador, pero los hombres de arriba no estuvieron muy acertados en los últimos pases y se fueron desperdiciando una tras otro. La más clara la tuvo Diogo al filo del descanso, cuando su disparo desde dentro del área lo desvió el portero Mariño. Y desde que comenzara la segunda parte, el ridículo fue aún mayor porque el partido parecía que estaba controlado y nadie echaba de menos a Rakitic –el líder de este equipo– o Marko Marin, probablemente el jugador con más talento de la actual plantilla pero que en el tiempo que llevamos de competición está demostrando que es un jugador de cristal. El gran problema del Sevilla pudo estar en que se mostró tras la reanudación como un equipo conformista. Se replegó más atrás y su presión fue disminuyendo a pasos agigantados aunque no sé –ni creo que lo sepa nunca– si fue por orden del entrenador o porque físicamente este equipo no puede más. Ya se vio en la segunda parte ante el Almería y ahora, tras un parón de dos semanas, costaba un mundo llegar a la meta contraria. La tuvo de nuevo Diogo en el minuto 52’ cuando tras quitarse a un rival en un palmo de césped golpeó con toda la intención del mundo buscando el ángulo pero la mandó por encima del larguero. Y el ridículo es aún mayor porque un Valladolid que sólo merodeaba el área logró marcar con un cabezazo de Manucho ante un pasivo Navarro (81’). Aunque el gol metió a los de Martínez en el partido, Vitolo y Gameiro –que había entrado por Bacca– gozaron de una excelente oportunidad en la siguiente jugada que hubiera dejado en anécdota el gol de Manucho y trece meses después hubiera supuesto una victoria visitante. Pero no fue así. Una absurda falta de Vitolo la aprovechó el exquisito Ebert para clavarla sin piedad en la portería de Beto. Empate a dos y nuevo viaje de vuelta a Sevilla con la cara colorada. Y ya van trece meses. Ficha técnica: 2 - Real Valladolid: Mariño; Rukavina, Valiente, Rueda, Peña; Ebert, Baraja (Rubio, min. 67), Rossi, Bergdich (Manucho, min. 46); Omar (Rama, min. 67) y Guerra. 2 - Sevilla FC: Beto; Cala, Nico Pareja, Navarro; Diogo, Iborra, Carriço, Alberto Moreno; Vitolo, Jairo (Perotti, min. 77) y Bacca (Gameiro, min. 79). Goles: 0-1, min. 1: Bacca; 0-2, min. 30: Alberto Moreno; 1-2, min. 81: Manucho; 2-2, min. 84: Patrick Ebert. Árbitro: Prieto Iglesias (comité navarro). Amonestó a Cala, Rossi, Carriço, Bacca y Ebert. Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de Primera División celebrado en el estadio José Zorrilla ante unos 13.706 espectadores. Los jugadores del Real Valladolid mostraron antes del partido camisetas de ánimo a su ex compañero Sisinio González "Sisi", quien ayer sufrió una aparatosa lesión de rodilla. http://youtu.be/nty_ZuM2gRo http://youtu.be/6zbBrDkLk8w http://youtu.be/Jr9oyQMsZ_M http://youtu.be/MIgW0w2HtzE  

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