El Sevilla sabe ya con quién debe negociar para que Jesús Navas, uno de los estandartes del equipo en estos momentos, amplíe su actual contrato, que expira el 30 de junio de 2012. La empresa de representación Bahía Internacional ha sido la elegida por el futbolista y su familia para llevar sus asuntos profesionales -así como los de su hermano Marco- a partir de ahora, tras poner fin a su vinculación con la familia Rodríguez de Moya. El club sabe que, tras dar el salto a la selección, ofertas no le van a faltar, y por ello deberá hilar fino.
En la actualidad, el palaciego es uno de los jugadores más determinantes de la Liga. Tiene 24 años y pasa por una de sus etapas más brillantes, lo que le sitúa con serias opciones de disputar este verano el Mundial de Sudáfrica junto al grupo de elegidos que, en 2008, conquistaron la Eurocopa. Hasta hace poco, su reticencia a salir del club, a todo aquello que fuese alejarse de su hábitat personal, era la mejor cláusula para el Sevilla a la hora de mantenerle en sus filas. Sin embargo, tras dar el paso de ponerse a disposición del seleccionador, se abren nuevas puertas. Ficharle es más factible.
UNA DECISIÓN DEL FUTBOLISTA. En cualquier caso, la última palabra la sigue teniendo el futbolista, que es quien ha elegido siempre su futuro, pese al interés de muchos equipos. Pero, por si acaso, el Sevilla tiene la intención de amarrarle cuanto antes con un contrato lo suficientemente importante como para no dar pie a más especulaciones. Ahora, con la intermediación de Bahía Internacional, el desarrollo de las negociaciones está por ver. Esta empresa de representación lleva a jugadores como Fernando Torres o el barcelonista Pedro, y ya negoció el pasado verano con el Sevilla el fichaje de Sergio Sánchez.
Desde su llegada al primer equipo, Navas ha ampliado contrato dos veces. La primera, en mayo de 2005, cuando firmó hasta 2010. Posteriormente, viendo su espectacular progresión y su aportación, el club volvió a negociar con sus agentes y alcanzó un nuevo acuerdo en 2007, esta vez hasta junio de 2012, mejorando, lógicamente, sus emolumentos y blindándole con una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. Ahora, con la vitola de internacional añadida y siendo una de las grandes estrellas del fútbol español, su remuneración pasará a ser otra. Y el nuevo contrato puede ser el de su vida.
