El Sevilla está decidido a poner los medios oportunos para recuperar a su gente en los partidos que dispute el equipo en el Ramón Sánchez-Pizjuán. No solo en el club nervionense, en toda la Liga empieza a haber una concienciación generalizada de que hay que recuperar a los aficionados en los estadios y aunque hasta ahora los dirigentes venían siendo reacios y achacaban el descenso de espectadores a los horarios, a la crisis y al exceso de fútbol televisado, empieza a calar la idea de que también hay que hacer una política de precios de abonos y entradas acorde con los tiempos y con la competencia que existe con otro tipo de espectáculos deportivos. José María del Nido anunció el pasado miércoles un descenso notable en los abonos y entradas para la próxima temporada. Así pretenden en el club recuperar a los más de 7.000 sevillistas que estaban en el Pizjuán en 2011 y ahora ya no acuden al estadio. La media de asistencia en la temporada 2008-2009 fue de 29.500 espectadores. En 2011, según fuentes de la Liga de Fútbol Profesional, aumentó hasta 36.184, mientras que el año pasado acudieron al coliseo nervionense una media de 29.200 espectadores, es decir, algo menos de la media de aficionados que acudía hace un lustro. En 2011 el Sevilla estaba entre los primeros 40 clubes europeos por asistencia a sus partidos. El año pasado salió del Top 50. Un claro ejemplo a seguir es el Borussia Dortmund, flamante finalista de la Liga de Campeones. Es el club con la media de asistencia más alta de Europa, superando los 80.000 aficionados. La grada de animación o grada joven tiene abonos por 187 euros, precio que sube a poco más de 200 euros incluyendo los partidos de la fase de grupos de la Champions. En el Pizjuán, el precio de la grada joven (menores de 24) es de 300 euros.
