El Banco Central Europeo anunció ayer jueves una rebaja histórica de 0,75 puntos en los tipos de interés, hasta el 2,5%, lo que aliviará la dura carga que suponen los pagos mensuales a los hipotecados españoles. Pero no todo son buenas noticias. Trichet alertó sobre la contracción que padecerá la Eurozona a medio plazo.
El Banco Central Europeo (BCE) decidió el jueves bajar los tipos básicos de interés en la Zona del Euro en 75 puntos básicos hasta el 2,5%, para hacer frente a la recesión económica. Es la primera vez desde la introducción del euro en 1999 que el BCE recorta las tasas con tanta fuerza, ya que hasta ahora la reducción máxima había sido de medio punto porcentual. Sin embargo, el euro y las bolsas europeas apenas reaccionaron al conocer la decisión del banco europeo porque ya la habían descontado. En el caso español, el Íbex 35 cerró la sesión de ayer con una caída del 0,49%.
La institución europea informó en Fráncfort de que también bajó la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a las entidades, hasta el 3%, así como la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, hasta el 2%, con efectos a partir del 10 diciembre.
Los expertos coincidieron al prever que el banco europeo iba a reducir las tasas, como mínimo en 50 puntos básicos, y contemplaban un recorte más agresivo en la línea seguida por otras entidades monetarias como el Banco de Inglaterra y el Riksbank (Banco Nacional de Suecia).
Los mercados financieros han descontado las bajadas de los tipos de interés y en el mercado interbancario se observan notables caídas de las tasas. Por ejemplo, el Euríbor a doce meses, la referencia de las hipotecas en España, se situó ayer jueves en el 3,77%, frente al 3,85% de la jornada anterior. Además, el que se revisa cada tres meses también ha caído y alcanzó ayer el 3,67%, frente al 3,74% del pasado miércoles.
Más contracción. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, también trató el jueves la cuestión del crecimiento de la Eurozona, después de que Eurostat, la oficina estadística comunitaria, hiciera público que el Producto Interior Bruto (PIB) de la Zona Euro bajó el 0,2% en el tercer trimestre (la misma tasa que en el segundo), lo que confirma que el área está en recesión.
Así, destacó la existencia de riesgos "a la baja" para su crecimiento y, aunque la inflación muestra claros signos de moderación, recalcó que la autoridad monetaria seguirá alerta para garantizar la estabilidad de precios. Además, indicó que la actividad en la Eurozona ha seguido deteriorándose en el cuarto trimestre y vaticinó que la debilidad persistirá en los próximos meses.
Según sus previsiones, el PIB de la Zona Euro crecerá este año entre el 0,8% y el 1,2%, mientras que en 2009 la horquilla estará entre una caída de la actividad del 1% y el estancamiento. Respecto a la inflación, el banco emisor espera que se vaya acercando al objetivo de estabilidad de precios -por debajo del 2%, pero cerca de esa tasa- e incluso llegue al entorno del 1% en 2009.
