Cultura

'Bala perdida' es el regreso 'arrabalalero' de Carlos Ann

Carlos Ann, fiel admirador de la poesía de Panero y compañero de tareas de Enrique Bunbury, regresa con su nuevo disco, Bala perdida, un álbum de "arrebato y desenfreno".

el 15 sep 2009 / 05:57 h.

Carlos Ann, fiel admirador de la poesía de Panero y compañero de tareas de Enrique Bunbury, regresa con su nuevo disco, Bala perdida, un álbum de "arrebato y desenfreno que viaja desde la música fronteriza hasta el rock", explica el cantante y compositor catalán.

Después de mostrar su faceta más introspectiva e íntima en La nada, trabajo editado hace apenas un año, Bala perdida supone su vuelta a los escenarios, ya que oomenzará su gira de presentación los días 18 y 28 de junio en Madrid y Barcelona respectivamente, para continuar por Argentina, México y Estados Unidos, y regresar de nuevo a España para recorrer su geografía.

Esta vez Carlos Ann ha dejado el dolor a un lado y presenta nueve canciones "arrabaleras", con las que pretende envolver al público en un western donde "hay licencia para todo, para cualquier emoción, para cualquier comportamiento", asegura el cantante. "Este disco es más rock, más enérgico, más vivo, es la banda tocando", dice, y añade: "Cuando hablo de arrabalero me refiero a que es más de submundos que de los mundos que habitamos".

Éste es el escenario donde suena la música de Bala perdida, un disco para el que el catalán tenía "clarísimo desde el principio lo que quería hacer y cómo quería que sonase". Así, en este viaje por el oeste, se pueden escuchar desde las cuerdas de un violoncelo hasta la percusión de unas castañuelas. "Los instrumentos están ahí para tocarlos, y es lo que he hecho", añade el músico.

El cantante, devoto seguidor de la poesía de Leopoldo María Panero, con el que grabó el documental Un día con Panero y al que dedicó junto a Enrique Bunbury un CD-libro con el nombre del poeta, afirma que lo que primero que tra baja en su música es "el poema, el verso".

"Si hay un buen verso, hay una buena canción. A los músicos nos queda la palabra pues la música se ha prostituido, sobre todo por músicos que para difundir su obra se han vendido a las grandes marcas buscando la fama y el éxito rápido", concluye Carlos Ann, que reconoce que "la música no, pero la poesía sí es un arte elevado, porque es más underground". Quizás por esto, el músico no descarte publicar un libro de poemas.

Esta filosofía le ha permitido sumergirse en otros dos proyectos paralelos a Bala perdida: el álbum Santa N, junto a Mariona Aupi, y la grabación de un nuevo disco con Juan Carlos Allende, guitarrista de Chavela Vargas. "Los tres proyectos tienen un nexo en común, es música muy orgánica y tratada de una manera similar", comenta Ann, para el que Santa N es el mejor disco que ha hecho nunca, "bello, cuidadísimo desde el principio hasta el final, es muy preciosista, aunque también tiene la mala leche de Bala perdida.

Con Juan Carlos Allende la relación musical es distinta. "Lo conocí en un concierto de Chavela y no pude controlar la emoción de ir al escenario y decirle que teníamos que trabajar los dos", relata el compositor, tras lo cual y casi inmediatamente, se sumergieron en la grabación en México de un nuevo trabajo juntos, en el que las canciones surgen básicamente de dos guitarras y la voz.

"Las sesiones que hicimos en México DF eran muy elevadas, se está tocando y se está llorando, y eso es algo que nunca he visto en España. Lo que más se le parece es el flamenco", afirma Carlos Ann.

Sin embargo, a pesar de toda esta actividad musical, Carlos Ann no tiene ninguna intención de descansar. "Lo que más me apetece es estar con la música, no puedo ni quiero parar", afirma categórico.

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