La portavoz del Gobierno municipal, Maribel Montaño, valoró ayer de forma "muy positiva" el funcionamiento de la Oficina del Defensor del Ciudadano, que preside Francisco Romo, y "que ha sido creada a iniciativa de este gobierno de progreso como símbolo de democracia y participación de los ciudadanos y que resulta muy útil para conocer, analizar y corregir los aspectos que más preocupan a los ciudadanos y, por tanto, a mejorar su gestión".
En una nota, Montaño consideró que "es lógico que en Sevilla, como en el resto de las grandes ciudades como Madrid o Valencia, el mayor número de quejas y reivindicaciones se centren en los aspectos relacionados con la seguridad, el tráfico, el ruido o la limpieza, puesto que son problemas que afectan directamente al ciudadano y a su calidad de vida", explicó la portavoz.
Por su parte, desde la oposición, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Juan Ignacio Zoido, abogó por aportar mayor independencia "funcional, orgánica y económica" a la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones de la ciudad, comúnmente conocida como la Oficina del Defensor del Ciudadano, de manera que, en lugar de estar adscrita al área de Participación Ciudadana, dependa del Pleno municipal. Zoido anunció su compromiso "para que en los próximos presupuestos se contemple esta medida y logre esta oficina la independencia funcional".
