Ni cinco minutos llegó a durar el pleno de renuncia de Baldomero Gaviño como alcalde de Bormujos. El tiempo suficiente para que José María Ruiz asumiera la silla de concejal que dejó vacía Salud Minchón por discrepancias con la que será nueva alcaldesa, Ana Hermoso (PP), y la lectura de renuncia del ya ex alcalde, que seguidamente, sin intervenciones de los grupos, levantó la sesión. "Ha sido un pleno express", comentó Hermoso, que quitó hierro a ese guiño y seguidamente anunció que el pleno de su investidura será el próximo lunes.
Como telón de fondo se sitúan las diferencias entre los socios de gobierno, algo que niega siempre el PP pero que no oculta el Partido para el Desarrollo de Bormujos (PDB) de Gaviño. "No hacía falta discurso porque dejo la Alcaldía con el deber cumplido", aclaró el ex regidor al término del pleno, no sin antes recordar que la decisión responde al cumplimiento de un pacto que le ha supuesto "un coste humano importante", en alusión a la dimisión de Minchón, que se va "sin tener otra alternativa como una Diputación, que es el cementerio de elefantes de otros partidos".
Gaviño cumplió, pero no está contento con que la Alcaldía pase a manos de su socio de gobierno. "Era decidir entre lo menos malo y lo peor", señaló, para añadir que mantiene una diferencia de "conceptos" con la forma de gobernar del PP, que "suelen hacer uso del poder político" y "consideran los Ayuntamientos como yacimientos de empleo". Es más, señaló que sólo conoce proyectos de su partido en este mandado, ya que "el PP no ha presentado ninguno". En este sentido, citó la construcción del geriátrico, la piscina cubierta o la zona de ocio que hace frontera con la A-49, que "ya han quedado amarrados porque fueron aprobados por junta de gobierno".
A esta renuncia no faltó la ya ex concejal de los independientes Salud Minchón, que justificó su marcha en que no estaba de acuerdo con la forma de gobernar del PP y "cómo gasta el dinero público". "Ni ella [Ana Hermoso] confiaba en mí, ni yo en ella, lo que para mí supone un halago", aclaró, para después anunciar que seguirá trabajando en su partido para que "Gaviño gane las elecciones, pero con mayoría absoluta para no depender de nadie".
Pese a las críticas de los independientes, Hermoso negó cualquier tipo de fisura en el pacto de gobierno y señaló que todo es producto de "correveidiles", ya que en lo que va de legislatura "la relación ha sido bastante buena con Baldomero" y señaló que la única disparidad es que cada partido "funciona de manera diferente".
Con esa renuncia, Gaviño deja el bastón de mando por segunda vez en 17 años. Aunque es alcalde desde 1991, el líder de los independientes sufrió un traspiés en 2003, cuando se impuso en las urnas la lista del PSOE encabezada por Juan Antonio Iglesias, que recibió el apoyo de la agrupación independiente La Paloma. Pero la victoria duró poco, ya que el 20 de diciembre de 2004 el PDB presentó una moción de censura que sumó a sus siete concejales el de Ana Hermoso, y un tránsfuga de La Paloma, José Sánchez.