Lo más razonable es valorar el partido de ayer del Cajasol en términos de actitud. Del juego, al menos desde la óptica colectiva, pocas conclusiones que puedan servir para el futuro inmediato, dado el horroroso partido que regaló el VEF Riga, que sólo tiene grandeza en los 196 centímetros de su entrenador, el gran Rimas Kurtinaitis, campeón de Europa, campeón del Mundo, campeón olímpico, campeón de la Liga ACB como jugador, campeón de esta competición en 2009 con el Lietuvos Rytas como técnico.
El conjunto de Plaza salió desbocado, con ánimo de revancha seguramente consigo mismo, tras el fiasco de Fuenlabrada, con el recuerdo, tal vez, de su laxitud frente al Hapoel Jerusalem que le costó el partido, y siendo consciente de que el Nymburk había ganado una hora antes a los israelitas (73-67) en su pista. La victoria era necesidad para no entrar en la segunda vuelta del grupo G con el pie cambiado. Ahora, por contra, hay un triple empate a dos victorias y una derrota, con el Riga casi fuera de juego.Una defensa con más intención que orden le bastó al Cajasol para ir tomando temperatura en el ambiente gélido del San Pablo, al que apenas acudieron de inicio en noche de perros unos mil aficionados, a los que se fueron sumando con el partido en juego otro medio millar de valientes. Triguero, Davis e Ivanov perpetraron una masacre en la zona rival en los primeros 10 minutos, en los que hacía tiempo que el Cajasol no se encontraba semejante bicoca. Además, los porcentajes del equipo de Kurtinaitis rozaban el ridículo (35% en t.2 y 20% en t.3) y la diferencia se fue sin pasmo a los 15 puntos (30-15). Cabe pensar que un equipo que hace unos días compitió a buen nivel ante el Khimki ruso ha debido llegar tocado de un viaje complicado que les hizo llegar ayer mismo a Sevilla para disputar el partido. Lo cierto es que una diferencia tan abismal, un partido tan desangelado, hace un flaco favor a esta competición y al baloncesto en general. Algo está roto en los torneos continentales, porque en la Euroliga también son frecuentes asistencias escalofriantemente bajas, pese a que allí están grandes equipo con grandes jugadores. Gran jugador es Louis Bullock pero no lo demuestra. Algo debe ir mal también en su cabeza, o en su corazón...Cierto es que está hecho para partidos calientes, pero en Fuenlabrada lo hubo y tampoco.En el Fernando Martín sí ofreció detalles Bojan Popovic, el flamante fichaje. Ayer, casi ninguno. No estuvo por la labor. Todo lo contrario que Kirksay, Urtasun y Satoransky, también estuvo entonado Katelynas, como todos los demás pívots. Falta le va a hacer al Caja que también lo estén el domingo ante el Caja Laboral. Esa historia será bien diferente.
Ficha técnica:
95 - Cajasol (30+24+22+19): Satoranski (8), Sastre (5), Urtasun (12), Katelynas (12), Davis (13) -cinco inicial-, Popovic (-), Triguero (9), Cabanas (2), Pampano (-), Kirksay (15), Bullock (4) e Ivanov (15).
83 - VEF Riga (15+22+23+23): Gadson (6), Bertans (10), Janicenoks (6), Berzins (10), Parakhouski (9) -cinco inicial-, Grafs (-), Valters (18), Williams (20) y Cain (4).
Árbitros: Sreten Radovic (Croacia), Enrico Sabetta (Italia) y Radomir Vojinovic (Montenegro). Sin eliminados.
Incidencias: Partido de la tercera jornada en el Grupo G de la Eurocopa disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo ante unos 1.600 espectadores.
