Ya es un hecho. La asamblea general de Cajasol aprobó ayer con un 90% de los votos la integración de la caja de ahorros sevillana en el Sistema Institucional de Protección (SIP) de Banca Cívica, donde se incluyen también Caja Navarra, Caja Burgos y Caja Canarias. En concreto, la propuesta salió adelante con 139 votos a favor y 23 en contra, procedentes de los consejeros de UGT, CGT, PA e IU. "Es un día histórico para Cajasol", señaló tras la asamblea su presidente, Antonio Pulido, quien recordó que Banca Cívica se convierte así en la décima entidad financiera, con unos activos superiores a los 78.000 millones, y en la sexta caja de ahorros si se compara con este sector.
Pulido -que será presidente ejecutivo del consejo de administración y de la junta de accionistas del grupo- detalló algunos puntos del plan estratégico de la entidad. Así, explicó que la previsión de beneficios para el primer año es de 100 millones, de 200 en el segundo y de 500 en el tercero. "La entidad dará beneficios desde el primer momento", aseveró. En el primer año se incluirán los costes laborales producto de la integración, que recogen la salida de 1.100 trabajadores, de los que 540 corresponden a la entidad sevillana.
Asimismo, subrayó que el montante solicitado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para llevar a cabo la operación asciende a 977 millones, una cantidad aprobada por el Banco de España el día 22. En total, cuenta con cinco años para devolver esta cantidad.
Pulido explicó la due diligence en la que han emitido su opinión seis firmas de expertos independientes, y que tiene por objeto la compensación de los activos que se producirá en favor de la Fundación Cajasol, que no se mutualizarán en esta integración. Así, indicó que esta valoración está ya prácticamente cerrada y que puede rondar los 200 millones. Entre estos activos, apuntó a obras de arte de la Colección Cajasol y a edificios emblemáticos, como la sede de la caja en la Plaza de San Francisco de Sevilla o su edificio de la calle de Sierpes, las instalaciones de la calle Larga de Jerez de la Frontera (Cádiz) o Plus Ultra en Huelva, mientras que el resto se compensará con activos, fundamentalmente preferentes.
En cuanto a la posibilidad de que otras entidades entren a formar parte del SIP, Pulido se mostró abierto a nuevas incorporaciones, aunque afirmó que no hay conversaciones en curso. "Estamos en un momento de tránsito y abiertos a cualquier integración, ya que se mantiene la voluntad de seguir impulsando los procesos que nos lleven a una posición de mayor fortaleza", dijo.
En cuanto a la marca Cajasol, aseguró que la entidad seguirá operando con estas siglas en las las regiones de influencia, esto es, Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, aunque irá apareciendo en segundo plano el logo de Banca Cívica. En las oficinas ubicadas en las denominadas "zonas comunes" operarán bajo el paraguas de Banca Cívica.
Por otro lado, señaló que Cajasol cerrará 2010 con una caída del negocio de en torno al 37% y con beneficios de 70 millones, aunque dijo no estar "descontento" con las cifras porque "caemos igual a la media del sector".
Litigio con Unicaja
En referencia al litigio que mantiene Cajasol y Unicaja por la marca, el presidente de la entidad sevillana, Antonio Pulido, se mostró ayer dispuesto a resolver la situación de forma "amistosa" con la caja malagueña y advirtió de que, a pesar del fallo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), "aún queda la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo". "Creemos que nos darán la razón", sentenció Pulido.
