La entrada del Casino de la Exposición comienza a abarrotarse. Los curiosos se van acercando ante la expectación, que crece por momentos. Incluso el personal de limpieza coge su sitio en la puerta para verle. Es Antonio Banderas, uno de los personajes más esperados en un festival que ha derrochado poquito glamour, que anoche recogió el Premio RTVA a su Trayectoria Profesional en el Teatro Lope de Vega, reconociendo su compromiso y entrega con la industria audiovisual andaluza.
Baja del coche y se escuchan las primeras voces femeninas. "¡Antonio!", grita una señora al fondo. Otros esperan detrás de la cinta que separa la alfombra roja del resto para ver a nuestro actor español, malagueño para más señas, más internacional.
En una rueda de prensa llena hasta la bandera, nunca mejor dicho, el actor agradeció el premio otorgado por la RTVA, en compañía de Pablo Carrasco, director general del ente público andaluz, el director del festival y el consejero de Cultura.
El malagueño confesó que es "muy difícil, y a la vez bonito, recibir un premio en tu tierra" porque le pone a uno en una situación de "deuda" con esta tierra.
El también director de El camino de los ingleses quiso hacer un llamamiento a la esperanza ante la crisis, en particular a aquélla que afecta a la industria cinematográfica. Se mostró satisfecho "por estar en una productora como Kandor Moon, que genera trabajo" y de la que han nacido proyectos como El lince perdido, que obtuvo el Goya a la mejor película de animación en 2009. "Si fuera consejero o ministro de Cultura, me gustaría tener un presupuesto inagotable para satisfacer todas las necesidades", manifestó Banderas. En este sentido, pidió "abrir las puertas para sentarnos todos y ver cómo le metemos mano a esto para que no haya gente en el paro".
No por menos, enfatizó que tiene una "fe absoluta en Andalucía y en el talento que alberga", en clara referencia a los "más jóvenes" del sector audiovisual, a los que anima a "inventar fórmulas y tratar de ser originales para ver cómo podemos aguantar y que la industria audiovisual andaluza se solidifique".
Éste fue el "mensaje de ilusión" que Banderas lanzó al concurrido auditorio que le esperaba animoso.
El actor acaba de finalizar el rodaje de La piel que habito bajo las órdenes de Almodóvar. Sobre el director manchego, admitió que "ha sido difícil trabajar con él" porque es un director que "domina mucho en todos los departamentos del rodaje". Tras 21 años fuera de la órbita Almodóvar, Banderas definió el cine de éste como "más minimalista" y más profundo "en sus temáticas y en sus contenidos". "No hay otro director como Pedro, es distinto a todo lo que yo he visto".
Con el referente del Festival de Cine de Málaga, su tierra, y otros festivales internacionales de indudable prestigio, el productor, director y, ahora también, fotógrafo, no dudó en setenciar que el Festival de Cine de Sevilla "tiene todas las de ganar por el atractivo lógico de la ciudad", aunque "como el buen vino, tiene que ir asentándose". Banderas también quiso elogiar a Sevilla, a la que definió como "un plató en sí misma", recordando películas rodadas como Lawrence de Arabia. "La credibilidad es algo muy importante hoy en día, y este festival se la está ganando", agregó.
Entre sus futuros proyectos, Banderas se centra en el ámbito cinematográfico, pero sentado desde la butaca de director. "Es la primera vez que ruedo una película basada en una idea original mía", adelantó al público asistente. Trabajando codo con codo con Erik Jendresen, guionista de la serie premiada con seis Emmy y un Globo de Oro, han dado forma a Solo, que se rodará íntegramente en Málaga.
Narrará la historia de un coronel del grupo de las fuerzas especiales españolas que regresa de una misión con síndrome postraumático y se enfrentará a un hecho "que roza la ciencia ficción", aunque también espera que sea "una reflexión filosófica sobre la soledad". Para este nuevo proyecto, expresó su deseo de contar con profesionales del audiovisual andaluz.
